¿Por qué funciona Blue Prince?

Lean tranqui que no hay spoilers
¿Por qué funciona Blue Prince?
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¿Por qué funciona Blue Prince?

No nos dieron el Blue Prince para reseñar, lo conseguimos gratis porque en casa tenemos suscripción a Playstation Plus. 

No pensaba hacer una reseña, porque como dije antes, no hago reseñas. Ciertamente este artículo tampoco lo será, porque habrá miles de réplicas, así que tendrá un enfoque diferente.  

Recién hoy me siento a escribir estas palabras después de haber estado jugando Blue Prince 35hs. Hacía rato largo que no me sentía tan absorbida por un lanzamiento a días de su estreno, cada minuto que no tuve que trabajar lo invertí en él, cada momento que estaba destinado a cocinar, salir, ejercitar u otros hobbies: Blue Prince se los devoró. 

¿Por qué es tan adictivo? 

Nada que ver con Myst

Si bien hay algunas subcategorías en el medio, opino que el género de puzzles cuenta con una brecha enorme: los amás o simplemente no te interesan. Sam Barlow (Her Story, Telling Lies, Immortality) dio un ejemplo rotundo: 

After hitting credits, confirming: this game HAS THE JUICEThis is not "Obra Dinn" or "Outer Wilds" this is a stupidly clever discombobulation of the Myst/Riven-like. If you are not a Myst sicko, this is not for you! Few more thoughts:

Sam Barlow 🔥 (@mrsambarlow.bsky.social) 2025-04-14T15:47:19.731Z

 

Esto no es “Obra Dinn” ni “Outer Wilds”, sino una ingeniosa combinación desenfadada de lo que se parece a Myst y Riven. Si no eres un fanático de Myst, ¡esto no es para vos!

 

Aunque no coincido en algunas cosas, como que definitivamente no tiene mucho que ver con Obra Dinn o Outer Wilds (excepto esa esencia de indie que viene a romperla toda desde las entrañas de un nicho); lo cierto es que nunca me gustó mucho Myst a pesar de ser asidua consumidora de aventuras gráficas, pese a eso Blue Prince me voló la peluca. 

Salvando estas diferencias de opinión, entiendo a lo que quiere ir nuestro querido Sam: si no te parecen atractivos los puzzles de cualquier tipo, desde el “Encuentre las 7 Diferencias” hasta cosas más complicadas como el “Cuadrado geométrico” no hay forma de que te interese este juego, desistí, yo te doy permiso de quejarte que es feo y no formar parte de esta ola de personas enloquecidas hablando de él, vos no estás mal. 

Sin embargo, si el approach que tuviste en tu vida a los puzzles siempre fue increíblemente complicado y sin niveles amables de dificultad, entonces puede que Blue Prince funcione como puerta de entrada para amarlos, ojo al piojo con eso. 

Puzzle Master 3000 

Como no me quiero seguir extendiendo voy a responder la pregunta de más arriba: funciona porque está más equilibrado que bandeja de mozo

En algún punto de mi experiencia me uní al servidor de Discord de Blue Prince y descubrí que había gente testeándolo hace años. Esto no es un detalle menor, es la prueba fehaciente de que todo juego necesita un tiempo considerable de testeo de calidad para que sea bueno. La ventaja es que en casos como este, la estética puede ser más o menos que lo importante es hacer entender a la gente del otro lado qué tiene que hacer, cómo se debe mover y sobre todo: qué lógica debería usar. 

La clave de Blue Prince es que su dificultad está perfectamente situada entre “esto puedo lograrlo” y “esto es demasiado difícil”. Los acertijos son desafiantes, sin embargo tienen respuestas más directas de las que solemos creer y astutamente el título parece estar construido conociendo esta premisa, porque serán muchas las veces en las que resolveremos algo de la manera más estúpida después de habernos roto la cabeza con alternativas demasiado complicadas. 

Si bien puede haber algunos momentos frustrantes, se abre tanto en su espectro a la hora de jugar que nunca nos aburrimos y jamás nos quedaremos trabados (a mí, personalmente, nunca me pasó). El peor error que podemos cometer es creer automáticamente que no somos lo suficientemente inteligentes para resolver un problema que se nos presente, cuando las soluciones están en todos lados, sólo hay que prestar atención y explorar un poco más. 

La historia, aunque simple en su planteo, tampoco se queda atrás: somos el nieto de un millonario muerto que, para heredarnos su fortuna, quiso hacernos descubrir la habitación 46 de su casa, una casa que misteriosamente cambia todos los días sus habitaciones. Pero detrás de este misterio simple, se empiezan a abrir vertientes: ¿Quién era nuestra madre y dónde está? ¿Qué pasaba entre los familiares que vivían en la casa? ¿Qué relación tenía esto con sus ideas y la política reinante? ¿Cuál es la historia detrás de los antepasados? ¿Cómo afectó esto al resto de los involucrados? De repente, nos encontramos haciendo algo que rara vez logran los juegos, sobre todo en un mundo donde la atención se volvió un valor frágil: leer con atención documentos, qué digo ¡Con genuino interés! Hasta hubo momentos donde sentí escalofríos, el suspenso es capaz de meterse debajo de la piel.

Y cierro diciendo que, en este sentido, se parece mucho a Elden Ring. Nunca me gustaron los souls, su dificultad me parece abrumadora. Pero la oportunidad de tener un mundo abierto lleno de posibilidades, que me deje resolver algo más tarde, es clave; eso hace Blue Prince, la diferencia con otros mundos abiertos de puzzles, como The Witness, es que todo está construido orgánicamente para que nos vayan cayendo las fichas y las incógnitas presentadas nunca le van a perder el respeto a nuestra inteligencia (¡como hace The Witness!). 

blue prince draft

Todos los caminos llevan a la 46

Adicionalmente a todo lo antes mencionado, Blue Prince hace eco de su bien pensado nombre (suena a Blue Prints, que serían: planos, como los de la casa que vamos construyendo) con conceptos que, lejos de estar arrojados al aire porque sí, conectan con eficiencia después de varias repeticiones

No hay que darse la cabeza contra una pared para poder entenderlo, a veces hace falta tener paciencia y la constancia suficiente para cumplir UNO de los muchos objetivos que tenemos en un día de exploración. Eso solo basta para encontrar la respuesta a una pregunta que había quedado pendiente días atrás, y quizá encontrarnos con una sorpresa esclarecedora. 

Quiero dar un ejemplo concreto de esto: estuve varios días tratando de descubrir una fecha, hice mucho esfuerzo para deducirla a través de distintas cartas, que además no estaban interconectadas entre ellas. Sin embargo, varios días después, logré hacerme con los planos de una habitación de las difíciles, para mi sorpresa: la fecha que buscaba estaba dentro de la misma y blanqueada sin ningún misterio. No puedo negar que la situación me sacó una sonrisa, de alguna forma entedí que había sido muy ansiosa; pero aún así el título me ofreció una altertnativa apta ansiedad, más complicada, claro.

blue prince safe

Otro ejemplo similar sucede con una habitación de dardos, que propone problemas matemáticos cada vez más complicados según pasen los días. Yo sabía que lo iba a detestar, pero aún así usé la fuerza bruta para descubrir los primeros resultados y eso me llevó a simples operaciones de despeje para descubrir la respuesta. ¿Tiempo más tarde? Me terminé encontrando la misma respuesta y mucho más simple en habitaciones especiales que se desbloquearon.

Esto son solo dos ejemplos, no se imaginan la cantidad de enigmas que ya encontré variadas alternativas para resolver, sospecho que todos tienen la misma salvaguarda.

¿A qué voy con todo esto? A veces nos matamos pensando algo y el juego siempre tiene otras formas de presentarnos la información. No se trata solamente de hacer que la dificultad esté calibrada a la perfección (que también lo hace), es que además haya varios caminos para llegar al mismo resultado, ahí entramos en el terreno de la excelencia.

blue prince tabla periodica

La belleza de los símbolos 

Como si todo esto no fuera suficiente, Blue Prince dá cátedra en el terreno de los símbolos, un área que nos puede resultar desconocida y sin embargo: somos gamers, los símbolos son protagonistas estructurales de todo lo que consumimos. 

En este sentido no solamente nos encontramos con una plétora de enigmas que podremos resolver mediante su interpretación, considero que también es un guiño a aquello que hace realmente buenos a los juegos: la estética que los caracteriza, el lenguaje que son capaces de desarrollar y la experiencia satisfactoria que hay detrás. 

A medida que pasan los días, casi parece que hemos aprendido un idioma, y el problema simple que pudimos resolver es capaz de convertirse en otro enigma de mayor resolución, pero no sólo hemos aprendido un lenguaje y entendido como útilizarlo, la experiencia pasada nos ofrece una lógica con la cual trabajar. 

¿Y saben qué? No hay nada más satisfactorio que resolverlo así. 

En síntesis

Les diría que esperen, pero sinceramente este es uno de esos juegos que vale la pena comprar ahora que recién ha salido, por supuesto si tienen la posibilidad. No se trata de una cuestión de hype y spoilers, es la oportunidad de disfrutar este momento que raras veces se da con los juegos en la actualidad: muchos estamos haciendo lo mismo y podemos intercambiarnos nuestros consejos velados para abrir todavía más la estrategia. No es necesario jugarlo en comunidad, pero sin duda es todavía más disfrutable. 

Blue Prince marca un hito en los juegos de puzzles y nos demuestra que pueden ser más vigentes que nunca, sólo es necesario equilibrar la dificultad, ampliar las opciones y educar a quien juega… papa fina. 

Balatro: De la más pura


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