Jimeronica
27-02-2024 13:45

Llegamos a tiempo. 

Una vez más, a días del 8M, se desata esa pelea estéril que sucede todos los años: hay que criticar un nuevo producto audiovisual porque tiene demasiados varones.

En este caso el protagonista es Blender, el nuevo medio que intenta emular la otrora creación de Pergolini, pero en tiempos modernos. El repertorio de peneportantes cis es arrollador y la indudablemente poderosa figura de Rebord en la ecuación, siempre atrae todas las miradas.

Rebord

Entonces crecen las posturas: 

Demasiado progre se indigna por la falta de representación, sale discurso. 

Demasiado conserva aprovecha para resaltar que en sus filas hay muchísimas mujeres (terfs, machistas y fachas). 

Peronistas y aledaños se ofenden porque “otra vez los progres lo han hecho de nuevo”, desde las sombras se asoma cierta frase de Noelia Custodio que no podemos ni mencionar del hartazgo que nos genera. 

¿Existe una postura correcta? ¿Hay algo que realmente podamos hacer? ¿La culpa la tiene Blender?

 

Vamos a tener que ir por puntos: 

1)El capitalismo como enemigo primordial 

Lo difícil de todas estas discusiones es un tema que ahuyenta a la mayoría de la gente, principalmente porque es cómodo pensar que el sistema económico actual es la única salida posible. Entiendo la postura, existe hace tanto, que resulta agotador y doloroso luchar por una idea que parece muerta (excepto para Milei, quien cree que está más viva que nunca y no se cansa de mencionarlo a cada cumbre de millonarios a la que va). 

Sin embargo, el razonamiento es tan simple que ni siquiera hace falta defenderlo: 

El feminismo es un movimiento político y social, una teoría política y una perspectiva filosófica que, según la RAE, postula el «principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre».

Por otro lado: 

El capitalismo es un sistema económico y social que se basa en los principios de la propiedad privada de los medios de producción, mediante el capital como herramienta de producción por encima del trabajo. Se encuentra mayormente constituido por las relaciones empresariales vinculadas a las actividades de inversión y obtención de beneficios, así como de relaciones laborales, tanto autónomas como asalariadas subordinadas.

Así como dos más dos siempre será cuatro, un sistema constituido por relaciones desiguales y subordinación, en un mundo que cuenta con un historial de mujeres sometidas (no lo digo yo, lo dicen los números reales), desemboca en una realidad: el feminismo no es coherente en una sociedad capitalista. 

Después podemos discutir si el resto de los sistemas económicos logran representar esa igualdad; o si esas ideas están lo suficientemente vivas y vigentes, es una historia completamente diferente, y quizá tema de otra nota. 

2) Bancar de la boca para afuera 

Acá nace el quid de la cuestión y una temática que aflora generalmente entre las comunidades más afines al contenido que hacemos en MECHA: la clave es bancar a otras mujeres, difundirlas, retuitearlas, compartirlas, recomendarlas, consumir su contenido. 

Estamos de acuerdo y apoyamos la idea, pero ¿es suficiente? ¿la gente que se queja de Blender o el canal de turno difunde mujeres el resto de los días del año?

Uno de los problemas que surgen, es que la mayoría de los contenidos de mujeres suelen estar bancados por otras mujeres. Aplaudo y comparto, pero seguimos siendo alrededor de la mitad de la población mundial. Tener un 50% del apoyo (o menos) siempre será una desventaja. 

mujeres

El estudio es de 2017

Con esto no quiero decir que sea al pedo bancar contenido de mujeres, significa que tenemos que ir un paso más allá, por ejemplo MILITANDO este contenido entre los varones de nuestro entorno (no todos serán permeables a la idea, pero hay que intentarlo, de la misma forma que empezamos a charlar en Navidad de política con la tía Mabel que no nos fumamos). 

Sin embargo, siguen habiendo otros factores: 

3)El paradigma del sorbete 

¿No te pasó de ir a un bar y que te den un sorbete ecológico que se convierte en engrudo si no tomás el trago en menos de 2 minutos? Hay quienes revientan con esto, alegando que nos obligan a tomar en pajitas de morondanga mientras las dos fuentes más grandes de contaminación en el mundo son la deforestación de la Amazonia y los combustibles fósiles. 

Aunque erradiquemos todas las fábricas de sorbetes de plástico de la Tierra, vos y yo sabemos que los millonarios no van a dejar de tomarse aviones, comprarse autos y quemar la flora de latinoamérica para seguir expandiendo el brutal negocio de la carne importada. 

sorbetes

El crimen es claro: ¿Quién toma cerveza con pajita?

Ese mismo paradigma se aplica al feminismo en este mundo: si nos demoramos demasiado tiempo acusándonos entre nosotres de no ser lo suficientemente feministas y de seguir aplaudiendo chabones (interesantes, giles y de todo, no juzgamos) cuando tantas mujeres podrían ocupar ese lugar; nos estaremos olvidando que nuestros deditos acusadores también pueden apuntar a otro lugar: al dinero

Es verdad que esto también se parece bastante al capitalismo, pero el objetivo del punto es entender que el tipo que ocupa ese lugar no tiene tanto que ver con la gente que elige quienes lo van a ocupar.

Tal vez creas que no tenés la capacidad de influir a un empresario capaz de disparar lluvia de inversiones, sin embargo, así como un esquizofrénico delirante fanático de Trump y la clonación de perros sorprendentemente llegó a ser presidente (especialmente gracias a redes sociales); nosotres también tenemos el poder de movilizar a personas mucho menos famosas pero igual o más adineradas en este proceso.

¿Y si me lo chapo ahora?

Hay que buscar la ruta de la tarasca y romper las bolas hasta el final de los días para ver más mujeres en espacios relevantes.

Y les digo más: sería muy original que tengan los huevos de arriesgarse a elegir personas que no sean hegemónicas. Que se yo, a ver si derribamos un poquito esa idea de que sólo se puede llegar siendo “linda” y ocupando el rol de la que hace las preguntas boludas, en vez de la que tiene algo interesante y muchas veces gracioso para decir.

En una de esas se terminan dando cuenta que no era tan terrible y hasta fue original correr ese riesgo, pero les pido por favor: no las pongan a hablar de feminismo y mujeres, esa etapa ya la pasamos, tuvo su relevancia, pero no es de lo único que hablamos.  

4)Capitalismo + Pegarla = Temor

Lamentablemente muchas, muchísimas de las mujeres que han llegado a lugares de poder, difusión y comunicación conocen lo difícil que ha sido lograrlo y temen. Les pasa también a los varones, pero ese es otro tema. 

No miro Olga ni soy devota de Nati Jota, pero el bullying que le hacen a esta piba es infumable.

Temen que se les arrebate ese espacio, ser reemplazadas por otra más joven o más hegemónica que ellas, dejar de ser relevante. ¿Está mal? ¿Es algo intrínseco de la naturaleza femenina? Para nada hermana, te entiendo, si tanto te costó llegar ahí y tan difícil fue que a alguien le interese lo que decís más allá de tener un par de tetas, no es nada menos que lógica la desconfianza. 

PEROOOOO, aunque ese temor no sea intrínseco a ser mujer, lo es al capitalismo (otra vez, perdón). ¿Por qué? Porque nos obliga a competir. Porque nos está amenazando constantemente, postula que tenemos que ser mejor que el resto para acaparar un lugar que garantice ventajas en un mundo que se mueve a velocidades imposibles.

Podemos hacer un montón difundiendo el contenido de nuestras comunicadoras favoritas, pero nada le gana a un pequeño retuit, un comentario o un empujoncito de alguien con una enorme llegada

El otro tema es ese gran fenómeno donde gente aparentemente generosa y solidaria, termina conquistando un lugar de éxito y automáticamente empieza a borrar follows y mezquinar compartidas. Hay un mundo detrás de este comportamiento, también tema de otra nota.

Las únicas minas están a partir del tercer escalón hacia abajo.

5)Los permisos de las mujeres

Lo que más me gusta de Rebord es la capacidad que tiene de mezclar un buen léxico con lenguaje chabacano. Es una cruza interesante, porque demuestra su inteligencia que marida perfecto con una bajada a la simpleza para que todo el público la entienda. 

Cuando surgió este bardo lo primero que me pregunté es qué mujeres hacían contenido similar y no encontré a ninguna (y eso que sigo cientos). Todas las que conozco transmiten su contenido desde un espacio solemne, a lo sumo divertido, pero nunca irreverente y soberbio. 

¿Será que no lo tienen permitido? 

Más que una pregunta, es una afirmación. Shakira cantaba el año pasado “Las mujeres no lloran, las mujeres facturan” (ja, capitalismo) mientras cientos de personas la acusaban de ser mala madre por exponer los dramas de su relación. Mientras tanto, millones de músicos pueden tirar frases como “Estoy enamora’o de cuatro babies, Siempre me dan lo que quiero, Chingan cuando yo le’ digo, Ninguna me ponen pero” y salir invictos. 

Shakira

«Mala madre» óleo sobre tela

Lali y Thalía osaron escribir un tema sobre hombres lindos pero brutos y se tuvieron que bancar una semana (mínimo) de críticas cuando este tipo de narrativas masculinas se escuchan hace décadas, desde Mötley Crue hasta Arjona. 

Hay otros ejemplos no asociados a la música, a raíz del boom de la Sociedad de la Nieve, Matías Recalt tuvo su momento polémica por estar en pareja con Malena Sanchez, una mujer 10 años más grande que él. 

¿Qué hubiera pasado si Taylor Swift se levantaba en los Golden Globes a pegarle una trompada a Jo Koy por burlarse de su pareja a lo Will Smith versus Chris Rock? 

¿Cómo hubiera reaccionado la gente si Lali respondía a los agravios de Milei agarrándose la concha a lo Rebord? 

«Sorbito»
Ya voy a escribir de vos en una canción, gil.

A día de hoy, todavía hay gente que critica a Wanda Nara con el insulto “petera” y no conozco ningún tipo que sufra las consecuencias de un video filtrado. 

Me encantaría ver más mujeres haciendo contenido como el de Rebord, pero la verdad sea dicha, las pocas que llegan tienen que bancarse un ejército de haters y vivir el resto de sus vidas con el mote de conchudas hijas de puta

¿Entonces quién es el enemigo?

Capitalismo, poco público, varones escépticos, inversionistas cautelosos, mezquindad de colegas, sociedad poco permisiva… algunes han encontrado respuesta en el cupo, pero no es lo mismo buscar representación de sectores de la sociedad en política, que elegir a dedo mujeres para quedar bien al aire. Aunque muchos espacios han sido ganados genuinamente, también sabemos de otros que buscan cubrir con chicas solamente para tapar el hecho de que el lugar de trabajo es tóxico y machista puertas adentro. 

En síntesis

Habrá que dejarse de joder. 

El programa de Rebord está bueno, el tipo es divertido y hace una gran lectura de la sociedad. Recomiendo 100% 

Al margen, estaría bueno dejar de buscar culpables entre nosotres.

Hay tanto que deshilachar de fondo que ofendernos por esto sin apuntar a las raíces del problema, es ridículo y estéril.

Aunque encuentres un cumpleaños lleno de gente tomando en sorbete de plástico, no vas a solucionar la contaminación mundial poniendo una bomba ahí. 

Tampoco se va a terminar el machismo si le apuntás a cualquier canal que, igual que vos, responde al verdadero verdugo de la igualdad: el capitalismo.

También puede ser como dice nuestro amigo de la casa, Facundo:

Capaz sos mediocre y te cuesta aceptar que no todo el mundo tiene pasta para «pegarla».


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Jimeronica
Guionista, Editoria, Project Manager, Astróloga, Barmaid... Entre otras, no necesariamente en ese orden de prioridad. Una idealista que no sabe comulgar con algunas caretas modernas, posiblemente por eso estoy escribiendo acá.