Lo interesante de escribir artículos alrededor de una hipótesis es que no siempre te vas a encontrar con el resultado esperado. Me pasó cuando hice la nota de incels malinterpretando todo, que repentinamente había más capas de comprensión detrás de las obras y la apropiación de las mismas.
Algo parecido me sucedió cuando empecé a investigar sobre Heavy Metal, visibilemente indignada porque, como metalera siempre me molestó la cantidad de fachos en el ambiente. Sin embargo, las conclusiones de esta nota puede que sean distintas a las esperadas.
¿De donde viene el metal? Los padres del jevi (el género, no el maxikiosko)
Hay una innegable atracción de los metaleros a las ideologías fascistas. No hace falta indagar mucho en la historia para reconocer movimientos racistas asociados a esta cultura. Las ideologías extremas se suelen fundar en torno a todo lo que evoque temáticas tabú. Al estar el género asociado desde sus inicios con el ocultismo y satán, existe un fenómeno que atrae la expresión extrema de creencias y frustraciones.
Lo cierto es que la mayoría de estas ideas están mucho más vinculadas con la crítica a la iglesia, su represión y la búsqueda del hedonismo como estilo de vida. Más que satanista, el metal es una expresión de aquellas virtudes del paganismo que ofrecen un contacto con la naturaleza lejos de la regencia de la culpa católica y sus reglas, usualmente representadas por figuras poderosas y corruptas.
Si tuviéramos que encontrar la semilla del heavy metal, sin lugar a dudas debemos apuntar a Black Sabbath. Por supuesto que existen otras vertientes que también han contribuido al heavy metal actual como Led Zeppelin y Deep Purple, pero la raíz más sólida se encuentra en torno a la creación de Ozzy y compañía.
Uno de los temas más icónicos de Black Sabbath es “War Pigs” que reza:
“Generales reunidos en sus masas
Igual que las brujas en misas negras
Mentes malvadas que traman la destrucción
Hechiceros de la construcción de la muerte
En los campos, los cuerpos arden
Mientras la máquina de guerra sigue girando
Muerte y odio hacia la humanidad
Envenenando sus mentes lavadas”
El planteo es interesante: una mirada anti guerra y por los derechos humanos… ¡Bien! Pero esto no contempla inclinaciones ni de derecha ni de izquierda ¿no?
La máxima expresión que se pudo hallar en relación a la ideología de Ozzy, fue que se opuso al uso de Crazy Train para la campaña de Donald Trump, pero como comentó en una entrevista “Creo que ningún político debería utilizar mis canciones para sus campañas”, es factible que reaccionara de igual manera si Biden hubiese usado el tema.
En síntesis, los padres del metal plantean una idea más anti política y anti establishment, no necesariamente a favor de un sistema económico específico o en contra de políticos en particular.
El resto del tridente: nada personal
No quiero dejar ni a Zeppelin ni a Purple afuera. ¿Qué onda en el caso de ellos?
Led Zeppelin, en general, no es una banda que haya utilizado su música como una plataforma explícita para expresar opiniones políticas concretas. Sus letras son ricas en simbolismo, mitología y exploraciones personales, dejando mucho espacio para la interpretación individual; pero lo máximo que se puede interpretar de ellas está más ligado a la inmigración y los conflictos bélicos como Immigrant Song, When the Levee Breaks, No Quarter y Achilles Last Stand.
Los miembros de la banda se han posicionado en una postura similar a la que expresan sus líricas, involucrándose en movimientos de filantropía. El más abiertamente “politizado” fue Robert Plant, que en realidad se dedicó a militar ambientalismo y derechos humanos, sin emitir opiniones sobre políticos específicamente.
En el caso de Deep Purple, sus canciones no son especialmente conocidas por ser políticas en comparación con otros temas que tratan, como la vida personal, el amor, la rebeldía y la vida en la ruta. Sin embargo, hay algunas en su repertorio que abordan temas sociales y pueden interpretarse como comentarios políticos. Algunos ejemplos que pueden extraerse de sus letras son la ideología anti guerra (Child in Time o The Battle Rages On) o quizá el descontento social (Sometimes I Feel Like Screaming).
Igual que con Led Zeppelin, sus miembros tampoco han sido muy vocales políticamente, algo esperable si hacemos el paralelismo con sus canciones. La mayoría ha hecho más foco en la música, siendo quizá Ian Gillian y Roger Glover los más comprometidos, pero nuevamente: en causas humanitarias y contra la guerra, sin ahondar en inclinaciones políticas específicas.
En síntesis, el tridente del metal tiene un sólo denominador común ideológico y es que la sociedad funciona mal, posiblemente gracias a los políticos. Sus miembros tampoco deciden posicionarse en lugares demasiado específicos, más bien militar causas humanitarias sin banderas.
¿Lo dicen ustedes o lo digo yo? Sí, bastante tibios.
Hijos del Heavy Metal: fuerte y al centro
Detrás del triángulo mágico de los riffs demoníacos empiezan a surgir otras bandas inspiradas en la creatividad de las anteriores, si bien las raíces siempre serán el hito fundacional, muchas de las que precedieron fueron todavía más notables e influyentes, delineando al género con mayor experticia y produciendo una enorme cantidad de material, algunas incluso siguen haciéndolo a día de hoy.
Considero que saliendo de ese núcleo, las más notables son Judas Priest, Iron Maiden, Motörhead, Rainbow y tal vez Scorpions, pero esta última voy a dejarla de lado por su inclinación al glam, que ya del vamos es un estilo mucho más pasatista y divertido, incluso en sus temáticas.
Si empezamos por Motörhead, repetimos el esquema de sus antecesores: criticar la guerra y hablar a favor de la libertad, apuntando contra las autoridades; tanto en canciones como las individualidades de sus miembros. La única “pequeña” desviación que podemos marcar como notoria, es que por lo menos Lemmy se anima a dar unos pasitos más en terreno de economía, cuestionando el elitismo y la desigualdad económica en “Eat The Rich”.
Rainbow cae en exactamente la misma receta, incluso con mayor evasión, dado que se han inclinado por abordar temas ligados a los mitos y la fantasía; pero por si no pudieron hacer la deducción: critican el poder, el control y están a favor de la libertad. Las militancias más “extremas” con muchas comillas, que ha transitado Dio fue la lucha contra el cáncer.
Iron Maiden, para sorpresa de nadie, cae en los mismos vicios de las anteriores bandas. Tal vez se profundiza un poco más la historicidad de la guerra, abordando no sólo la época actual, sino también el genocidio de nativos en américa o la conquista de Alejandro Magno, entre otras. Esto se debe a que Bruce Dickinson, su líder y cantante, es profesor de historia (además de muchísimas otras cosas); pero aún pudiendo abordar estas temáticas con lujo de detalle, no se abandona el terreno seguro de criticar la guerra, religión y totalitarismo.
En sus vidas personales, la mayoría de los miembros de la banda se ha pronunciado abiertamente como neutrales, siendo el único más vocal Dickinson, que dice estar en contra de los gobiernos autoritarios y los nacionalismos, pero tiene una ideología económica libertaria, estando en contra del control del estado, los impuestos y hasta incluso se ha pronunciado a favor del Brexit.
Judas Priest es el caso más político de los 4, principalmente porque no sólo Rob Halford es homosexual, sino que terminó siendo el que impuso la vestimenta de cuero como sinónimo de “rudeza metalera”, cuando el estilo estaba inspirado en los bares gay que solía frecuentar en Inglaterra. Por eso, a día de hoy y por lógica, el amigo Rob no banca ningún gobierno que esté en contra de la igualdad: Halford se ha pronunciado en repetidas ocasiones contra Trump y subrayó las conquistas sociales logradas en la época de Obama. Si bien esto parece sentido común (digo, pertenecer a una minoría y por ende defender políticas que las protejan), pero siempre está bueno subrayarlo, nunca falta el que le pone el voto a sus victimarios.
Sin embargo, si de música hablamos, los tópicos de Judas caen una vez más en los denominadores habituales: a favor de la libertad, en contra del autoritarismo, crítica social y la guerra como el verdadero enemigo. Insisto, en lo absoluto digo que estas no sean causas nobles, pero también son fáciles; hay que ser una mala persona para ser artista y estar a favor de las armas, la esclavitud y la falta de libertad… el problema es que cuando la política se vuelve compleja, hablar sólo de esos temas es rasguñar a duras penas la superficie ideológica.
Hasta este punto me gustaría dejar algo claro: recordemos que no estoy exigiendo o pretendiendo que estas bandas se posicionen en ningún lugar. Sigo disfrutando de su música como el primer día; eso no quita que las posturas me disparen opiniones subjetivas y que de todas maneras, siga buscando de donde viene esa conexión entre fachos extremos y guitarras potentes.
Nietos del metal: posturas arriesgadas
Cuando llegué a este punto de la nota me encontré con un problema, es que el Metal original se diversificó tanto que incluir representantes del género y sus subgéneros no sólo implicaba cubrir una inmensidad de bandas, también lleva consigo la eterna discusión de si esta es mejor que la otra, o si aquella representa mejor que esa… debates boludos que en nada nos van a ayudar a analizar el verdadero objetivo del artículo.
En vez de eso, busqué dentro de todos los subgéneros del metal, cuáles son las bandas que abiertamente defienden ideologías políticas en sus líricas, simbolismo, imágenes o incluso expresándose abiertamente sus miembros en la vida pública.
Lo primero que se me viene a la cabeza es Metallica, y ahí ya tenemos posiciones mucho más jugadas. Si bien musicalmente no intentaron transmitir demasiado su postura política, haciendo uso del repertorio habitual de criticar la guerra (One); el poder y la libertad siguen siendo los ejes centrales, para no perder la costumbre. Pero también la banda se arriesga a abordar problemáticas un poco más modernas, como las adicciones y el estrés post traumático. Si bien no tienen ninguna canción que abiertamente defienda la ideología libertaria, lo cierto es que no hace falta hacer muchas cuentas si alguna vez nos topamos con el disco más popular de la banda y la bonita serpiente que lo adorna:
En sus vidas personales, aunque algunos de ellos no se pronuncian a favor o en contra de nadie, Lars Ulrich ha mencionado repetidas veces tener una ideología libertaria y ha acompañado la mirada con varios conflictos legales por el uso de sus derechos, el más conocido (que impactó en gran medida la piratería de la época) fue su juicio a Napster. Más allá de los resultados legales, dá para otro artículo el análisis de la bola de nieve que se generó a partir de esta postura y como otras bandas aprovecharon para tomar posición a favor o en contra.
Me parece muy interesante que abramos esta etapa con Metallica porque también se sienta un doble precedente: estamos viendo que una de las bandas más influyentes de la historia del metal, empieza a manifestar con mayor apertura su mirada libertaria, cosa que antes sucedía con muchísima más sutileza, pero además nos encontramos en una época donde las ideologías ocupan un lugar más importante, para los miembros y para su público. Tampoco es menor mencionar que ellos empezaron a destacar por ser de los pocos y primeros que presentaban el metal como un espacio para descargar violencia y no necesariamente vestirse glam y hablar de atracción sexual.
Casi nacido a raíz de su conflicto con Metallica, Megadeth, fundada por Dave Mustaine a posteriori de su separación de Lars Ullrich y su troupe; cumple con los cánones habituales: criticar la guerra, corrupción política y libertad. En su vida pública, sin embargo, Mustaine ha sido abiertamente mucho más vocal aunque no con ciertos debates detrás. Al colorado se lo acusa de ser republicano, y no sin razón, ya que ha apoyado candidatos republicanos conservadores como Rick Santorum, se posicionó contra el matrimonio homosexual y ha criticado abiertamente a Barack Obama. Pero, en sus declaraciones, se define como “Independiente de ideologías políticas” y resiente que lo cataloguen en la línea derechista.
Si bien es cierto que Mustaine se la ha jugado un poco más que el resto con algunas letras que apuntan a organizaciones más actuales, el caso más fuerte siendo “United Abominations” para criticar a la ONU y su ausencia en conflictos bélicos, mencionando incluso la invasión de Yugoslavia, Afganistán e Irak; sigue transitando esa delgada línea de desesperanza que nuclea la mirada libertaria: todos los gobiernos son corruptos, ergo el estado no debería existir.
En la vereda casi opuesta tenemos a Rage Against the Machine, 10 años más joven que Metallica y extrañamente una de las primeras en no sólo expresarse abiertamente contra el capitalismo, también han hecho de esta lucha el eje central de sus líricas casi en totalidad. El leit motiv de RATM es criticar al gobierno de Estados Unidos y las injusticias sociales, no sólo con imágenes abiertamente revolucionarias, también su activismo se ha extendido a la militancia, habiendo estado presentes en múltiples protestas e incluso logrando cerrar por un rato la Bolsa de Nueva York por ir a tocar sin autorización.
Otro de estos casos bastante icónicos corre por el lado de System of a Down, quienes abordan en sus letras temáticas picantes como el genocidio armenio y la corrupción política. Acá ya empezamos a encontrar una similitud con RATM, son bandas nuevas, nacidas a principios de los 90. No me parece menor destacar que ambas se acercan un poco más a las minorías desde sus orígenes. Tom Morello, aunque de nacionalidad estadounidense, se crió en el Harlem y su padre es oriundo de Kenia. En el caso del fundador de SOAD, Serj Tankian, es un músico armenio-estadounidense nacido en Líbano.
Para seguir la nota estuve preguntando en redes sociales qué bandas recordaba la gente que fueran abiertamente políticas en letras y posturas individuales, pero además, que fueran bastante populares. Hago esta aclaración porque me mencionaron algunas como Mago de Oz, Kreator, Otep Shamaya y una inmensa lista de bandas argentinas; todas las cuales banco y valen la pena para hacer un artículo aparte; pero no me sirven como punto de comparación: necesito algo mundialmente famoso para influenciar a muchísimos metaleros alrededor del mundo (si no me creen, comparen cantidad de oyentes en Spotify).
De las sugerencias, sí podemos destacar como más influyentes tres bandas que se la juegan con temas anti capitalistas y en defensa de las minorías: Within Temptation, Sepultura y Gojira. Si bien la primera tiene enfoques un poco más livianos, las últimas dos militan activamente el ambientalismo y por ende, apuntan contra las mega corporaciones contaminantes, Sepultura, al ser brasilera, tiene un componente extra de anti colonialismo y Gojira, francesa, una historia esperable de lucha por los derechos humanos de fondo.
¿Hay síntesis?
La hay. El metal no expresa tanto ideas de derecha, pero definitivamente sus raíces y las bandas más históricamente icónicas se han inclinado por un discurso anti establishment, instituciones y estado, que en su aparente inocencia puede ser fácilmente asociado con ideas libertarias y así abarcar un espectro de personalidades que no aboga por igualdad de condiciones.
Por otro lado, el metal también se encuentra profundamente asociado con temáticas satanistas y de índole violenta que fácilmente puede ser malinterpretada por personajes más amigos de ideas racistas y “purgatorias”, si se quiere.
Entonces sí, evidentemente yo tenía una indignación muy mal ubicada si realmente esperaba que la comunidad alrededor de este género musical me ofreciera amistades más afines a mis ideas… ¡PERO!
En la diversidad nace la esperanza
Las nuevas generaciones de bandas metaleras no sólo trajeron consigo otras ideas, también el nacimiento de grupos de otras tierras víctimas del colonialismo ha salpicado de color el espectro ideológico del que son capaces de proyectar en sus líricas.
Para quienes sentimos más identificación con las líneas del progresismo y la izquierda, podemos afirmar que hay un rayito de esperanza y que, como minoría, cada vez pueden ser más las bandas que representan nuestra ideología.
Quizá sea hora de empezar a incentivar a quienes con su arte se la juegan por ideas políticas que les atraviesan y dejar que florezcan otras perspectivas. Si hay una serpiente enrollada, entonces también habrá un puño levantado por la igualdad y contra el racismo.
¡Distribuyamos ese buen metal al mundo!
El silencio significa la muerte
Ponete de pie
Miedo interior
Tu peor enemigo
Rechazá
Resistí
MECHA es un proyecto comunitario que hacemos a voluntad. Si te gustó este artículo, te proponemos invitarle Cafecito a su autor/a/e como reconocimiento.