Capaz se rían de mi. No temo por eso. No sería ni la primera ni última vez que suceda. Lo cierto es que recién en el 2024 he podido jugar el primer Dark Souls de manera mas o menos continua. Aún así, un gran porcentaje de ustedes pensaría que estoy loco si les digo que empecé hace un mes y recién llegué a Artorias.
Les comento: la paternidad no es compatible con el vicio. Con ninguno de ellos. Tampoco con el gaming. Fui padre a fines del 2016 y eso limitó muchísimo la posibilidad que tengo de instalar un videojuego y pasarlo en unos días. Por caso, “The Witcher 3” me tomó alrededor de 2 meses y medio. Lo mismo “Red Dead Redemption 2”. Es decir, pude jugarlos, pero me llevó un buen tiempo. Esto a la vez, hizo que priorizara los títulos cortos a los RPG mundo abierto larguísimos.
¿Qué pasó con Dark Souls?
Previo a la paternidad, si bien tuve una PC decente que corría sin problemas la versión “Prepare to Die”, honestamente, se me hacía muy feo y con una jugabilidad tosquísima (spoiler: es muy feo y tiene una jugabilidad muy tosca). Post PS4, y su versión Remastered nunca estuvo a un precio que a mí me pareciese conveniente y creo que nunca estuvo en el PS Plus (como sí está “Bloodborne”). Yo soy de la política de que habiendo tanto para elegir, es un disparate quedarse con la figurita difícil.
No obstante, en una sale del glorioso Steam pesificado, compré toda la saga por el precio de dos kilos de pan y ahí quedó en mi backlog años hasta que yo encontrara el tiempo de gitgudear.
¿Por qué QUISE jugarlo?
Esto es lo mas gracioso de todo.
Aunque no tenía el tiempo de sentarme y darle como Dios manda, desde que me interioricé con su lore, me llamó mucho la atención. No me considero un erudito de la fantasía oscura, pero toda la abstracción que maneja la saga en la entrega de su historia me llevó a querer investigar, leer, ver videos y ver gameplays. Todas cosas que puedo hacer durante la jornada laboral (otro gran roadblock -a lo O & S- del vicio) o con el celular previo al descanso nocturno. El último empujón provino de Tik Tok.
En una jornada de doomscrolling me topé con un video de un tal Cayle venciendo de manera bastante veloz al Capra Demon, uno de los bosses mas odiados de todos por la arena donde ocurre su pelea (spoiler 2: le gané al primer intento y fue un día hermoso para mí). El tiktoker, un británico, hizo una saga de Tik Toks mostrando sus peleas con los bosses y cómo los despachaba sin casi despeinarse. Acto seguido, investigué si los Tik Toks eran material editado de videos mas extensos. Para mi (no) sorpresa, lo eran. Cayle tiene un canal de Youtube donde hace videos de sus runs de Soulslikes y otros como Borderlands.
En la de Dark Souls hizo una run de Guerrero con la idea de empezar y terminar con la Uchigatana y demostrarle al mundo que es infundado el halo de “injusta” que lleva la dificultad del videojuego. Tiene “razón”. Pero es motivo de otro artículo.
El DLC y los mitos de Artorias
Me bajé al celular los 20 videos de su run donde Cayle murió 5 o 6 veces en total, 3 de ellas por caerse de lugares. Sin duda uno de los enemigos mas temidos de al menos el primer Dark Souls es la gravedad. El youtuber explicó paso a paso lo que hacía y porqué, mostrándolo a lo largo del video repitiendo como un mantra: “Dark Souls te da las herramientas para que lo pases”. Y es cierto. Como es tan cierto para literalmente todo videojuego que existe.
Tal vez su frase debió ser algo así: “Dark Souls no te da ningún indicio sobre las herramientas que necesitás para pasarlo, pero están ahí si te dedicás a explorar”. Ese es un hecho 100% mas verídico. El no tan enorme mundo metroidvania de Dark Souls es para que lo explores. Y mueras. Y lo explores. Y mueras.
Pero este escrito no viene a narrar algo que leímos 145 mil veces por literalmente todo redactor baitero que exista. Sino algo que ¿descubrí? ¿entendí? ¿inventé? en mi cabeza recientemente, aún en mi run. Hay algo que no les dije. Porque esto es un escrito, no dije nada de hecho: Cayle no hizo el DLC en su run.
No recuerdo si explica porqué. En principio porque no es necesario el DLC para terminar Dark Souls, que es un título separado en tres tercios. El primero termina cuando tocas las dos campanas. El segundo cuando matás al gordo y el flaco y el tercero, con Gwyn. El DLC es contenido accesorio de altísimo nivel, pero, como al Centipede Demon, se lo puede evitar.
Como Cayle no hizo el DLC, no tenía una referencia para los bosses del mismo, ni sabía que inmediatamente al empezarlo nos tiran con uno de ellos, el sencillo Guardian del Santuario QUE COMIÓ DEL TUPPER. Es chiste, pero sí, es un boss facilísimo con muy poca salud. Ya venía medio avisado sobre la dificultad de Artorias. Sin embargo, Dark Souls es un videojuego tan famoso por su dificultad, que provoca en los gamers algo bastante vergonzoso que es “la mecánica del tryharding” donde de 10 gamers, la mitad (son 5) dice que “Artorias es un jefe fácil”. La otra mitad te va a decir (con razón) que en el resto de los Soulslike de FromSoftware los jefes son infinitamente peores. Pero la jugabilidad también es, en casi todos los casos, mejor.
Spoiler 3: Artorias fácil, las pelotas.
El ansiolítico supremo
El tema es que tampoco es un jefe difícil. No es la palabra correcta. A la décima derrota ya conocés absolutamente todos sus patrones de ataque. La dificultad en la pelea con el Caballero proviene de 3 lugares:
El primero es su velocidad. Artorias es uno de los jefes mas veloces de Dark Souls y combina ataques distintos e igual de dolorosos, sin perder tiempo alguno.
El segundo es su agresividad: El tipo no te espera. Va y va durante toda la pelea dejándote pocas ventanas para recuperar HP.
La tercera es LO QUE PEGA ESE MUCHACHO. Si bien es normal que cualquier boss haga bastante daño si te acierta, Artorias es capaz de oneshotearte si tu vitalidad no es muy alta. Sobre todo luego de que ejecuta su mecánica de buff.
Todo esto se conjuga en una batalla que, y hete aquí la cuestión de este escrito, no es para impacientes o ansiosos. O, mejor dicho, que debería considerarse como una forma de tratamiento no convencional para personas con ansiedad. La batalla con Artorias es un ejercicio de paciencia, salvo por supuesto que tus stats ya sean altísimos y tengas todo ítem necesario para destrozarlo en segundos. Insisto, es clarísimo que en el resto de los Souls hay jefes bastante peores, parecidos en su tratamiento. Quizá Artorias fue el lienzo de ellos.
La mitad más uno de los souls
Con mi personaje llegué en un nivel bastante alto, con casi todos los ítems y consumibles necesarios de un NG. Un guerrero nivel 80, Uchigatana +15 con Grass Crest Shield, Power Within, Anillo de Favor y Protección, y Anillo de Havel o de Cloranthy.
Para los que no han jugado Dark Souls, explico un poco: nivel 80 es un poco mas arriba de lo que toda guía determina que debería ser tu nivel para el área del DLC. Uchigatana +15 es un tipo de katana que se consigue muy al principio del juego. El +15 significa que está en su nivel máximo de leveling. Grass Crest Shield, es un escudo que me proporciona recuperación de stamina. Power Within es un tipo de magía específico de una clase (piromántico) que da un buff por un tiempo limitado de daño y recuperación de stamina haciéndote perder 1 HP por segundo.
Y, por último, los anillos. Hay dos slots. El primero lo lleno con el Anillo de Favor y Protección que mejora mis stats de salud, stamina y carga de equipo. El anillo de Havel aumenta la carga máxima de equipo en un 50% lo cual permite tener equipamiento mas pesado sin perder movilidad. El Anillo de Cloranthy acelera la recuperación de stamina. Los fui cambiando de acuerdo al build. También usé el Anillo del Lobo que “aumenta la estabilidad”, un stat importante, sobre todo en esta batalla, porque evita que mi personaje quede tambaleando y sin reacción ante un golpe.
Insisto con lo que dije sobre el gamer y la relación que tiene con Dark Souls. Cuando uno busca “guías” de como vencer a un boss de los juegos de ESTA SAGA, va a encontrar respuestas diametralmente opuestas. Con Artorias, por ende, también sucede ese evento. Unos dicen “Armadura de Havel y tanqueá todo”. Otros dicen “Rolea, golpea, rolea, golpea”.
Una vez más, explico para los legos: esos dos ejemplos de solución son un poco contrarios por mecánicas específicas del juego. Rolear es una mecánica de Dark Souls que aparte de alejarnos rápido del peligro, nos otorga frames de invencibilidad. Es decir, unos escasos momentos donde no recibiremos daño, aunque parezca que deberíamos haberlo recibido. Al ser un movimiento bastante útil, no es posible hacerlo correctamente y en todo su esplendor si en nuestra build cargamos una armadura y armas muy pesadas. Esta es la razón por la cual tantos Youtubers hacen gameplays de Dark Souls con personajes desnudos. Porque privilegian el movimiento veloz (y evitar el daño por completo) a tener una gran armadura.
Porque, aparte, tener una buena armadura no cancela el daño 100%. Lo que si cancela es la posibilidad de rolear, y de hacerlo de manera veloz. En definitiva, ninguna estrategia es definitiva en Dark Souls, y esto se hace mucho más evidente con Artorias.
¿Cómo vencerlo entonces?
Por si no estuvieron prestando atención en toda mi tesis (?), este es un examen de imperturbabilidad y autocontrol. Insisto, saquemos de la ecuación que ya estes recontra overpowered y tengas una build de oneshoteo (como la del video mas arriba), en cualquier otro escenario, para vencer a Artorias, vayas super tanque, vayas en bolas, tenes que tener paciencia y apagar los gritos de tu ansiedad estomacal. Esto es así porque, dadas las cualidades del enemigo, no hay mucho tiempo para golpearlo. Existen unas pequeñas ventanas donde él se recupera de un salto o queda semi de espaldas donde se puede asestar un golpe y salir corriendo.
Artorias altera sus ataques con lo cual es bastante imposible leer que va a hacer salvo cuando se aleja una gran distancia que da el indicio que va a comenzar su rito de autobuff. El resto de la contienda se te va a venir encima y va a ejecutar alguno de sus variados golpes. En modo tanque, varios de ellos los podés detener con el escudo sin perder estabilidad. Pero no todos. Y, repito, Artorias es muy veloz. En modo light hay que rolear y esquivar. En algún momento es posible intentar atacar, pero no siempre. Es casi intuitivo.
Los ansiosos, y con esta pelea medio descubrí que tengo algún porcentaje de ansiedad, van a intentar meter dos golpes. O les (nos) va a ganar la impaciencia y van a intentar pegarle cuando hacerlo es muy peligroso. Y van (vamos) a morir. Y aunque el runback de la hoguera a la batalla no es largo, a la 30va vez nos va a quemar. La FEPRA, Federación de Psicólogos de la República Argentina debería utilizar este momento del videojuego como un tratamiento. No lo digo en broma.
Desconozco como fue concebido este escenario. No el DLC, sino la batalla en sí. Me encantaría que los japoneses no fueran tan cerrados y tuvieran en si explicar los conceptos e ideas detrás de sus creaciones. En ese utópico e irreal mundo imagino a Miyazaki exponiendo en un pizarrón con todo detalle:
“Si, la pelea con Artorias, a diferencia de el 75% de las otras boss fights donde te acomodás en un costado del jefe y le pegas hasta matarlo, es una donde decidimos que el jugador tiene que aprender a controlar sus emociones, su miedo, su ansiedad y su impaciencia. Es una pelea realmente sencilla en realidad, si aprendes a respirar profundo y esperar. Dark Souls trata de eso. De respirar profundo y esperar.”
Por supuesto, no sucederá. Ni Miyazaki ni nadie ha dicho ni dirá nada sobre el asunto.
Capaz si respiro profundo y espero.
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