El Villano de la Semana
18-07-2024 11:48

Esa pregunta probablemente no estaba en la cabeza de los creadores de Custer’s Revenge (1982), un plataformero para Atari y primera representación del tema. Si lo estaba en la liga nazi que programó Ethnic Cleansing (2002), un pésimo clon de Counter-Strike (2000), llegó hasta al Congreso norteamericano para terminar en nada.

ethnic cleansing

Esquivás flechas para abusar de una mujer indígena, o eso pretenden decir los pixeles.

Ambos, sin embargo, copian de manera burda una mecánica existente y se apoyan en la provocación para disimularlo, el famoso bait.

Distinto fue el caso en Paradox Interactive: algunos jugadores de Victoria (2003), un RTS que simula la aparición del capitalismo, se emocionaron con los detalles de la población al punto que los diseñadores se preguntaron: ¿qué es lo que hemos hecho? Sí, es lo que intuyen: le hicieron un mod que agregaba un botoncito de exterminio y todo.

Los íconos que representan gente libre son personas blancas; la esclava, negras.

Un poco de historia: Paradox Interactive surge de una empresa de boardgames sueca, la digitalización del eurogame con reglas complejas y muchas, muchas cartas. Victoria es parte de una serie ambiciosa que cubre mil años. Arranca con Europa Universalis (2000) y se expande desde los clanes del Crusader Kings (2003) hasta las superpotencias del Hearts of Iron (2002). Los nombres dan la pauta de qué Historia se busca representar.

Tesis nazi hearts of iron

Tesis se han escrito sobre el tema, este artículo no será una de ellas

El más antiguo es la adaptación del eurogame del mismo nombre y marca la mecánica para el resto. La base en los primeros dos son los territorios, un casillero del tablero, la cosa clásica, pero en los otros deciden innovar: en Crusader Kings son familiares de una dinastía, medieval y pintoresco, en Victoria, son la población de esas provincias por las que vas a la guerra en plena revolución industrial, y ahí el problema se hizo evidente.

Etiopía

Sí, también los amos son blancos en Etiopía, un país nunca colonizado por Europa

La gente que vivía en un territorio, un número abstracto en otros juegos de la serie, en este se representaba como clases: obreros, aristócratas, sacerdotes. Informaban sus culturas e ideologías, también su religión, ya que había penalizadores si no coincidían con la oficial. Sobre ese aspecto secundario se desarrolló una obsesión. Por ejemplo, si en otros decían que Berlín era alemán y protestante, acá te mostraban que un porcentaje de los trabajadores eran judíos. “¿Cómo hago para reducirlos a cero?” se volvió una pregunta recurrente de foro.

Nadie se entusiasmó tanto con el salario mínimo, sospechoso.

La compañía optó por fingir demencia. Nacido del hueco que quedaba entre los que sí se vendían, no era un título importante y no sabían bien qué hacer con él. Intentaron un giro a la política interna y a la guerra colonial con una segunda versión, Victoria 2 (2010). Es en ésta que se desarrolla el Genocide mod y otras variantes. Paradox lo rechaza, prohíbe en el foro y quedó relegado de vuelta.

Sí había interés en simular un mercado de esclavos “funcional”, muy sospechoso.

Ya Europa Universalis representaba al tráfico de esclavos y como financiaba la guerra entre imperios globales de forma divertida, desde el arranque se habían propuesto ludificar procesos históricos terribles. Con Europa Universalis 4 (2013) parece que les afecta la crítica en pleno Gamergate, porque en Stellaris (2016) jugás al genocidio con aliens en el espacio. Lo que es patear la pelota con fuerza y elegancia, hay que cerrar el estadio.

El foro donde un grupo seguía pidiendo por otro Victoria. ¿Vos decís?

Volvieron al ámbito histórico con Imperator (2019), a la Roma donde la esclavitud estaba en todas partes. Ahí mostraron su posición en los hechos: no iban a dejar de modelar cosas polémicas, sí aceptaban la crítica de cómo lo hacían. La persona esclavizada dejaba de verse y ser tratada como un producto, se volvía un grupo humano que podía llegar a noble incluso. Esa actitud fue la que replicaron en Victoria 3 (2022) y llevó a que la porción de fanáticos del genocidio se indignara por la nueva víctima de la “epidemia woke”.

¿Este es el futuro que quieren les progres?

Cuando salió, hubo un revuelo en las redes porque “promovía el comunismo”, dicho por gente a favor y en contra de esto. Es en momentos como ese que se vé el poder real de un videojuego, como construye un significado se lo proponga o no.

Cuando decís que el shooter o 4X tiene una narrativa que justifica el genocidio, hay burlas y ninguneo. Cuando se publica uno sobre mejorarle la vida a la gente tomando los medios de producción en una guerra civil contra los dueños de las fábricas, lloran que este propaga ideas erradas y peligrosas. La empresa, mientras, se lavó las manos con el mismo argumento de siempre.

Al Restaurador no le gusta eso de esclavizar terratenientes pálidos

No solo hay división de clase, también hay discriminación, como querían. Los buenos trabajos van a cierta gente, el resto cobra menos por hacer los malos y es una fuente de odio capaz de destruir tu Estado. Terminar con ella es casi imposible, más que conseguir el voto femenino o socializar las fábricas, y la vía de la violencia termina en guerras civiles y éxodos que te debilitan frente a otros imperios. Esto es un punto fuerte de la ludificación: es capaz de mostrar sistemas complejos que en palabras cuesta mucho representar, si se lo propone.

Porque todo esto genera otro problema: la complejidad aparente de tantas piezas que rompen el flow, y llevan a que la serie Victoria sea la menos vendida entre sus compañeras.

O sea, un título comercial, hecho para ganar dinero, tiene un límite de cuánto puede representar sin que rompa la inmersión, y está tanto en la placa de procesamiento como en el cerebro. Un juego como medio artístico o educativo, sin embargo, no tiene ese problema.

Con esto en cuenta, sirve pensar lo que significa esa mecánica que nos atrapa, por qué nos llama llenar una granja, alinear joyas para que desaparezcan, o dispararle a alguien. Puede ser que encontremos que hay críticas válidas, como la glorificación de la violencia o la replicación de la alienación del trabajo; que en eso que es solo para pasar un rato también se nos juega algo de nuestra humanidad. Y si incorporamos luego ese estudio a lo que hacemos, mejor.


Mora DelmasNuestra Villana de la semana es Mora Delmas:

Robot humano, mortal y polímata, en búsqueda de la armonización del antroposistema. También se pasea perros, programa en SQL y transcribe audio a texto.

Su Twitter arruinado por Elon es https://x.com/Mora_Bo. La cooperativa en donde publica sobre ciencia ficción y terror es https://trafkintu.com.ar/mora-bo-delmas/

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