Algo que tal vez no sepas sobre mí: en algún momento de mi vida hice changas reparando PCs. Así que ví muchas, muchas, muchas máquinas de gente desconocida, y tuve la oportunidad de notar que un porcentaje muy alto de los usuarios “normales” de PCs tienen una infinidad de programas que no necesitan. En muchos casos es por costumbre, porque en otra época si eran algo más necesario.
Pero por el motivo que sea, acá hay una lista de cosas que seguramente no necesites en tu PC y sin embargo es posible que sigas usando. Aclaración importante: hay motivos legítimos para usar todos los programas de esta lista. Mi opinión es que a MUCHA gente no le sirven, no que NADIE debería usarlos. Si sos la clase de power user que sabe por qué necesita un software específico, entonces sentite libre de ignorar esa recomendación. Yo, de hecho, tengo instalados algunos de estos programas, porque sé lo que necesito.
Microsoft Office
Arrancamos por un plato fuerte: sí, la “killer app” de las PCs de escritorio es, para la gran mayoría de sus usuarios, totalmente prescindible. Si sos como la mayoría de las personas, no usás ni un 10% de sus capacidades. Tranquilamente podrías reemplazarla por la suite de Google, que corre en cualquier navegador, no necesitás instalar y carga mucho más rápido que su par de Microsoft.
Si por algún motivo no te sirve Google (que, al fin y al cabo, es una empresa tan nefasta como Microsoft), tenés alternativas libres. La clásica es LibreOffice, una aplicación de escritorio que se instala como Office tradicional. Si trabajás mucho sin conexión puede ser una excelente alternativa. Pero si no querés perder la comodidad de usar un editor online, podés usar OnlyOffice, un paquete muy parecido al de Google pero publicado bajo licencia libre. Si tenés ganas incluso podés hostearlo en tu propio servidor. Como ves, alternativas no faltan.
AVG/Norton/McAffee
Sí, la seguridad es importante. Pero la mayoría de los antivirus comerciales para Windows son un asco. Consumen una cantidad malsana de recursos de tu PC y no paran de molestar. Ni hablar si se te ocurre tener MAS DE UNO al mismo tiempo (de hecho, muchas veces entran en conflicto entre sí).
Como primera barrera de seguridad, Windows Defender es sorprendentemente bueno. En serio. Dale una oportunidad. Si necesitás algo más avanzado, probá Malwarebytes, un software de protección contra distintos tipos de programas maliciosos muchísimo menos nefasto que los antivirus clásicos. Fuera de estas herramientas de seguridad, lo que más te va a servir es NO HACER BOLUDECES. El malware no se genera espontáneamente en tu PC, en general algo hiciste para cagarla. Consejo: No la cagues. No clickees en ese link turbio. No te ganaste ninguna lotería. Marcela no te quiere conocer. Usá bloqueadores de publicidad.
Winzip/Winrar
Por increíble que parezca, muchísima gente no sabe que hace cerca de un cuarto de siglo Windows abre nativamente archivos .zip. De verdad, no hace falta que uses ningún programa para comprimir o descomprimir ese tipo de archivos, lo podés hacer desde un clic derecho en el Explorador. Más acá en el tiempo, Windows 11 incorporó soporte para archivos .rar y .7z, así que si tenés la última versión del sistema operativo de Microsoft no necesitás ninguno de estos programas.
¿Y si todavía estás en una versión vieja de Windows? Aún así, te recomiendo que no uses Winrar: 7Zip es bastante más rápido y amigable y no va a pasarse la vida pidiéndote plata. Yo iría por ahí.
Adobe Acrobat/Reader
Había una época en que para abrir un PDF teníamos que instalar un programa especial. Era una de las primeras cosas que siempre instalábamos en una PC nueva. Sin embargo, hoy en día cualquier navegador web puede abrir PDFs de forma nativa, así que es totalmente innecesario. Si lo que te interesa es CREAR un PDF… ya podés hacerlo. De verdad, todos los programas de oficina te permiten imprimir a un archivo PDF. Es facilísimo.
Si querés un software dedicado, hay opciones mejores que las de Adobe. Mi preferido es SumatraPDF, un lector libre y muy liviano (pero con opciones avanzadas, y que sirve también como lector de epub, cbz/cbr y otros tipos de documentos digitales). Dicho esto, en algunos casos vas a tener que interactuar con algunos PDFs que sólo pueden ser leídos con software de Adobe (por ejemplo, algunos con campos para completar). Si necesitás eso, no queda otra que instalarlos. Pero para todo lo demás, yo lo evitaría.
uTorrent
Había una vez un cliente de torrents extremadamente rápido y popular llamado uTorrent. Ese programa fue comprado por INTERESES ESPURIOS y hoy es una encarnación del mal. uTorrent acompaña su instalación con spyware, trackers, publicidad y hasta en su peor momento UN MINERO DE BITCOIN.
La mejor alternativa, siempre, va a ser ir a las aplicaciones libres, que no tienen margen para incluir esta cantidad de software espía o malicioso. Mis dos recomendaciones siempre son Transmission, por su sencillez de uso, y qBitTorrent, ideal para usuarios avanzados por funciones como un buscador integrado y la posibilidad de usar rutas de archivos largas.
Bonus: Windows
Dejo la polémica para el final: Si, Windows es el sistema operativo más popular del mundo… pero la mayoría de las personas no lo necesitan, y posiblemente podrían trabajar mejor con otras alternativas. Linux, particularmente. Hacer la transición no es para cualquiera… pero para el caso, instalar Windows tampoco es para cualquiera. Y hace años (un par de décadas, de hecho) que Linux tiene distribuciones como Mint o Ubuntu que son más que amigables para el uso diario. Incluso el gaming en Linux se está volviendo una alternativa viable: La Steam Deck lo usa como sistema operativo, así todo juego que corra en esa plataforma podría correr en tu PC aún si elegís no usar Windows.
Obviamente, hay personas que necesitan software específico que sólo se encuentra en la plataforma de las ventanas. Yo, por ejemplo. Pero si no es tu caso, y tu uso típico de la PC es navegar en Internet, bajar cosas, y escribir textos, Linux hace todo lo que necesitás y seguramente lo hará de manera más rápida y segura que Windows. Si tenés tiempo y ganas, probá algún día instalar alguna distribución simple de Linux. Si tenés una máquina vieja en desuso, probá Lubuntu, que usa pocos recursos. Posiblemente puedas darle nueva vida a algo que se había convertido en un fierro viejo.
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