En esta sección, el staff de MECHA se propone de manera totalmente no periódica, publicar extravagancias valorativas del comerciante y emprendedor nacional. Esa PS4 a 1 millón de pesos que viste en Fravega, ese Dark Souls Remastered físico a 120 lucas en CD Market, o ese ñato que tiene un cartucho de Pokemon Yellow a 1500 dólares en Mercado Libre. Les doy ejemplo de gaming pero no se extrañen si de repente hablamos del precio de la yerba.

Tito baratito

Esta columna traerá esas insensateces y entre insultos y chistes intentará bajar a tierra al lector para hacerle entender que ESO NO ES NORMAL. QUE ESO ES ROBAR. 

En el debut de este apartado les traigo, justamente, el precio de la Yerba.

Dicen que no podían parar de reírse. En la mesa de la Cámara de Molineros de la Yerba Mate su presidente, Victor Saguier contó:

“Y entonces le dije a los peones que el mercado se regula solo”. 

Las carcajadas se escuchaban incluso con el rugido de las cascadas de Iguazú.

Con ese nombre, uno la imaginaría baratita

Asi es que enero empezó con el kilo de Amanda (la que produce el presidente de la Cámara) a 3000 pesos. Una bicoca al lado de la famosa Taragüi sin palo, casi 1000 pesos mas cara y 500 pesos mas económica que Playadito, la popular entre palermitanos y oficinistas de PYME que mienten sobre su salario. 

Así es que tomar mate, en el país donde hicimos de eso una personalidad, se volvió casi impracticable y como en los 90s cuando los fumadores pasaron de los Le Mans al cajetón de Sydney (50 pitillos disponibles para alquitranar una avenida a una fracción del precio), los fanas del termo Stanley mezclaran sus Playaditos con sus ARROYO VERDE y disfrazaran sus úlceras con dolores de estomago. Nunca el líquido para frenos fue tan satisfactorio.

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