Eduardo Catania
16-02-2024 16:27

La famosa “grieta” es algo que existe incluso desde antes de la independencia de nuestro país, aunque el término adquirió mayor alcance en pleno auge del kirchnerismo, cuando Lanata era el periodista top de la oposición. En ese tiempo hubo un resurgir de artistas que alzaron su voz en favor o en contra del gobierno de turno. Pero hoy parece que la bandera de “no meterse” se alzó en cierto sector de los famosos, con una fuerza similar a la que tuvo el tramo más despolitizado de los 90’s.

De eso no se habla

Hay cierto círculo con plata e influencia en la producción de cualquier obra que se les ocurra que ve en la pronunciación política de un artista, una traba a la generación de más dinero. Que un actor, un músico o incluso un deportista brinde la opinión más inocua al respecto, es interpretado como una muy posible pérdida de consumidores del producto. Una idea que, a su vez, se alienta desde la falsa premisa de que la política puede fácilmente desprenderse del arte o que, de alguna forma, la contamina. Les mandan saludos los Charly García y las Mercedes Sosa de la vida.

Artistas Tibios

Tranqui, Emi, no te la juegues tanto.

Así es que terminamos teniendo a personajes como Emilia Mernes, que se queda en silencio ante una pregunta de índole política, hasta que un colaborador interviene para decir que “de eso no se habla”. También podemos ejemplificar con los jugadores de la Selección Argentina que, por no querer festejar la victoria mundialista en la Casa Rosada, la opción fue que no pudiera haber una celebración como corresponde, o a Scaloni evitando responder cuando le consultaron por las SAD en el fútbol argentino, como si le fuera algo totalmente ajeno.

¡Viva Lali, carajo!

Algún desprevenido puede pensar que Lali Espósito empezó una férrea cruzada contra el Presidente Javier Milei cuando asumió, pero la realidad es otra:

Lo que le hizo perder la cabeza a esa horda que de liberal no tiene nada, desde su incestuoso líder hacia abajo, fue un tweet en el mes de agosto, después de las PASO, donde ni siquiera nombró a Milei de forma directa. Sólo eso bastó para que, desde entonces, el ataque a su figura sea constante.

Si el ejército de trolls a sueldo que tiene el gobierno entre sus filas no es suficiente, el propio Milei aprovecha para fogonear su hostigamiento a Lali incluso en las entrevistas que le concede a algún operador ensobrado haciendo cosplay de periodista.

Ya era demasiado

Sin embargo, lo ocurrido con Lali después de su pronunciación durante el Cosquín Rock, hizo las veces de parte aguas. Una vez más, no necesitó ni mencionar al duende que está ocupando el Sillón de Rivadavia para desatar su furia. Mencionar casi de pasada las acusaciones de vivir del Estado que recibe hace meses fue más que suficiente:

Las ya de por sí intensas arremetidas que sufrió se fueron acentuando desde ese día, a tal punto que varios famosos que venían en silencio, tuvieron que alzar la voz en solidaridad con la cantante y actriz. Bandas y músicos como Las Manos de Filippi, Ciro Martínez, Gustavo Santaolalla, Marilina Bertoldi, Divididos y María Becerra, entre otros, dieron su apoyo en redes sociales a Lali. También se replicó dicha solidaridad en otras personalidades de la televisión como Benjamín Rojas, Pablo Echarri y la periodista de espectáculos Laura Ubfal.

Mientras tanto, los tibios

Casi en contraparte a los artistas que decidieron dar, aunque sea de manera breve, su apoyo a Lali, hay un sector que se mantiene impasible. Constantemente a temperatura ambiente, pareciera que la neutralidad es la posición que les da rédito. O al menos eso creen.

Probablemente el más ruidoso de esos silencios viene de parte del trap, el género más convocante y con mayor llegada al público joven en la actualidad. Si algo caracteriza al trap, es la superficialidad de sus letras y las poquísimas o directamente nulas intenciones de sus mayores figuras de jugársela políticamente.

Artistas Tibios

Crimen es lo que hizo este muchacho con ese temón de Cerati.

Así tenemos a una ya mencionada Emilia que sigue promocionando sus shows, a un Duki muy atento al Super Bowl* o a un Tiago PZK errándole a toda nota habida y por haber en su versión de “Crimen”, de Gustavo Cerati. Sea el motivo que sea, no se pronuncian ni de broma, tal vez pensando que son inmunes a todo, o que este asunto no les es una causa del todo propia. Tal vez ellos piensen lo contrario, pero su indiferencia también es política. Y va muy de la mano con el individualismo que está floreciendo en estas épocas.

Rarísimo de un género musical que se jacta de sus colaboraciones.

*Después que terminé de escribir esta nota, Duki recompartió en Instagram, con tres emojis, la carta pública de Lali a Milei. Y en una story, obvio, no vaya a ser que después de 24 horas quede evidencia. La temperatura ambiente no se mancha.

Hay algo detrás

La principal acusación a Lali de parte de sus principales detractores es sostener firmemente que realmente “vive del Estado” y que su bronca con Milei sería porque terminaría con su modus vivendi.

Pero es algo que no resiste mayor análisis. Lali mueve muchísimo público y actúa en series y películas de manera bastante regular. Puntualmente por los festivales, no es ni por asomo la que mayor participación tiene en ellos. Mucho menos es la única.

A pesar de que hubo otros artistas que se pronunciaron contra el actual gobierno (sin ir más lejos, Dillom modificó la letra de “Señor Cobranza” para pegarle al Ministro de Economía, Luis Caputo), Milei y su séquito van directo contra Lali. Contra ella y nadie más.

Artistas Tibios

Con Dillom no se hicieron tanto los vivos.

¿Será porque saben de la llegada a su público? ¿Será porque es mujer? El punto es que quienes vinieron con la libertad como bandera, no soportan que alguien les haga la más mínima crítica. El intento de hacer de ella un ejemplo (“Si te metés con nosotros, te va a pasar esto”), al contrario de lo que piensan, está generando el efecto contrario. El desmedido ataque que está sufriendo, lejos de destruir su carrera, probablemente desemboque en un subidón en su convocatoria, aumentando su caché y dándole mayor relevancia.

Como se dijo hace no tanto: “Sigan jodiendo y la van a hacer Presidenta”.


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Eduardo Catania
Abogado (UBA). Más de 30 años jugando videojuegos y viendo wrestling. Música, política, fútbol y temas de conversación incómodos para la mesa familiar.