Si notaron una ausencia o reducción de contenido político en esta web es porque decidimos –sin charla y casi de manera individual- abandonarnos un rato a la demencia. Esa que insisto, está mal abandonarse 100%. Un ratito, para mantener la cordura, está bien. Ayuda a nuestro día a día plagado de malas.
Durante los últimos meses aumentaron los servicios básicos, el transporte, los combustibles, la carne, los insumos de primera necesidad, las prepagas. Todo, para resumir. Todo aumentó. Todo aumentó mucho.
El vulgo repite “no podíamos seguir así”. La frase podría ser: “No podíamos seguir así, por lo tanto sigamos así pero diez mil veces peor”.
El Gobierno reglamentó el “silencio positivo”, un mecanismo por el cual, si el Estado no da una respuesta a un trámite en el lapso de 60 días, implicará su autorización automática: la oposición denuncia que la medida habilita a que privados puedan quedarse con tierras estatales. https://t.co/Fd8K9Ki3O7 pic.twitter.com/qCe4Hg1Mq4
— elDiarioAR (@elDiarioAR) August 26, 2024
El concepto de libertad ya es la nada misma. Yo no me siento mas libre que hace un año, cinco o diez. ¿Cuál es la supuesta libertad que tengo ahora? La de la ausencia del Estado será. Ese Estado que hace que los vulnerables lo sean aún más mientras se llena de lingotes de oro uno tras otro avión militar para llevar a Inglaterra.
Ese Estado que existe para hacerle la vida mas fácil a Galperín, Rocca, Macri, Bulgheroni, y los amigos de la Bici. No existe para darnos una mano a los trabajadores. Supuestamente ahora somos mas “libres”.
Vamos a ponerle buena fe.
Yo sospecho que la libertad que profesan es la que tienen justamente Galperín, Rocca, Macri y todo multimillonario del mundo. Por supuesto que ellos son libres. Pues ellos, SON el Estado. O mejor dicho, son el Estado por sobre el Estado. Son el titiritero manoseando las tetas del Estado para su provecho y quejándose cuando una mísera gota se escurre hacía las secas gargantas del populacho. Utilizo una metáfora que al presidente quizá le guste. Sobre todo si imagina que pertenecen a un familiar directo.
Ese minúsculo porcentaje de seres humanos que goza de la libertad que te dá el poder, no necesitan del Estado. Lo utilizan a su gusto, lo esquilman, lo degradan y lo abandonan cuando quieren. Lo maltratan. Lo destratan. Lo ghostean. Todo el tiempo mientras se quedan con sus recursos. Una libertad algo sospechosa. La misma que dicen que ahora tenemos todos.
No tiene absolutamente nada que ver con la libertad libertaria de los fenómenos del Tea Party que te arman una comuna en un bosque y terminan devorados por los osos. Pero al menos esa libertad es mas honesta. Le compraré este pedazo de tierra a alguien y viviré de ella como aprendí a hacerlo, haciéndome cargo de mis errores y beneficiándome de mis triunfos. No es que lo apoyo. Pero al menos me resulta una “libertad” más sincera.
Yo creo (o sé) que la libertad es otra cosa.
Si la libertad es poder hacer lo que uno quiera con su vida y sus gustos, evidentemente la “Libertad” no puede estar asociada ninguna manera a trabajar 80 horas por semana en dos o tres trabajos para pagar el transporte público. Tampoco puede estar ligada a la eliminación de feriados o a estudiar lo que uno detesta solamente porque “paga más”. Ese es el supuesto pragmatismo de una porción del capitalismo que irradia a un enorme sector de los trabajadores. Tengo que fundirme ahora para un futuro que quizá no llegue jamás.
Tengo que atravesar un periodo larguísimo (o infinito) de alienación para satisfacer las necesidades mas básicas del ser humano.
¿Cómo alguien puede pensar así y coincidir?
¿Cómo se puede pensar así y decidir que eso es “la libertad”?
La Libertad que abordan estos supuestos liberales de a pie es la más abyecta y de bajo nivel. Aquella que permite un mercado entre pares sin intermediación del Estado.
De un lado se promueve la verdadera Libertad. La de ser feliz.
Del otro, se imagina que Libertad es vender tres alfajores sin tener que tributar.
Cuando decimos que son pelotudos, no lo planteamos como un insulto. Es una descripción de la realidad que tanto dicen adorar desde “sus datos” y su “lógica” (no tienen ninguno).
Si la Libertad no aborda las relaciones sociales de explotación, ¿de qué clase es?
“Necesito un profesor de Historia que sea de nuestro palo. Quizás sea muy difícil de conseguir”. El gordo Dan confesando en vivo que son una manga de analfabetos. Hermoso. pic.twitter.com/ZIWiRMRgoh
— La estamos viendo (@LaEstamosViendo) August 27, 2024
Tres veces nuestro pueblo votó a un personaje que cree que sos libre de morirte si, en un sistema que privilegia la desigualdad, no conseguís para parar la olla. Tres veces nuestro pueblo votó a un engendro mutante, incestuoso y con alergia a la ducha, solo porque detrás estaban una serie de patrones blancos y de facciones agradables que les dijeron “Si, así luce ser libre”. Ahora, menos de un año después, no entienden porque les llegan facturas de luz de 100 mil pesos, cuando hace un año pagaban 10.
La emancipación de todo control no puede estar ligada a someterse a la esclavitud.
Si el Estado Burgués es un instrumento de opresión, ¿por qué estos zelotes de la libertad luchan tanto para mantenerlo, incluso profesando un odio para el mismo? En cambio, llegan al poder y no solo no lo disuelven. Lo utilizan para el provecho de la clase social más pequeña y privilegiada.
Parece una estafa.
Pero no lo es. Fue provocado por la estupidez y la ignorancia.
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