Raul y Oscar
24-01-2025 11:49

-El finde agarré una maratón de las pelis de Harry Potter en HBO y no hubo caso, tuve que verlas todas.

-Ah, a esta altura el concepto “pala” es abstracto para vos.

-Trabajar es para los paparulos. Pienso ganarme la vida haciéndome viral con coreografías de la Joaqui en Tik Tok.

-Buena suerte.

-Gracias. El tema con las pelis es que me llevan a querer leer los libros y bueno, empecé y llegue hasta la mitad de El Cáliz de Fuego casi sin despeinarme.

-Pero flaco, tenés familia.

-No hizo nada por mi últimamente. Pero pienso en Harry y varitas al cielo.

-Suena feísima esa frase.

-No seas enajenado, querés. La cosa es que entendí algo haciendo esa clase de lecturas  sobre materiales ya conocidos.

-¿Qué?

-¿Cómo puede ser que Harry, siendo el héroe que es literalmente desde que nació y pero repitiendo cada año actos heroicos desde que va a esa escuela inmunda, no le saque punta al lápiz todos los días?

-Usan plumas.

-Dale, boludo.

– La “N” en la frente es por NENAZO

-Y qué se yo. Aparte, son pibitos. ¿Qué hacés pensando en eso leyendo Harry Potter hermano? Estás enfermo.

-Qué forro que sos. Obviamente me refiero a cuando ya son adolescentes. Y lo de sacarle punta al lápiz es metafórico.

-Una metáfora del carajo, el Herman Melville de las analogías sexuales.

-Digo, a los catorce años Harry debería haberse besado con todas las pibas de Gryffindor como mínimo. Y en cambio ahí lo tenes al boludazo, enamorado de la hermana menor del gomía. Vergonzoso. Un verdadero aparato. Al baile formal de El Cáliz de Fuego va con una de las dos gemelas indiecitas.

-Ah sí, las que Rowling nombró “Call” y “Center”.

-Mentira. Pero en su mente seguro pensó en: “Curry” y “Río lleno de Caca”. Encima va con ellas re de última porque ninguna le tiraba un centro. NENA, SOY HARRY FUCKING POTTER. Tengo una estatua desde que soy bebe por haber vencido al Innombrable. Le volví a ganar a los diez años. A los once le gané a su Horrocrux y le rompí la jeta a un basilisco. Ponele que en sexto año ya se pone a salir con Ginny y entran a jugar “los códigos”, pero, hasta La Orden del Fénix, el pibito debería haber tenido la popularidad con las pibas de Leonardo Di Caprio post Titanic.

-Y no. Son jodida’ la mina’.

-Pero a ver ¿Estoy diciendo una locura?

-Frecuentemente, pero no, ahora no. Pasa que, a nivel narrativo, si el tipo es popular y super querido, desaparece mucho “el conflicto”. El héroe no puede ser amado. No desde el vamos al menos.

-Y pero tenés conflicto en la trama general.

-Me hiciste acordar al Bully.

-¿El videojuego?

-No, José el que te pegaba en la primaria porque te hacían el corte taza. Sí, el videojuego. ¿Lo jugaste?

– Wayne Rooney antes de descubrir su futuro en el fulbo

-Un rato pero me aburrió.

-Sos un demente. Bueno, en el Bully vos sos, justamente, un matoncito al que llevan a una escuela medio complicada donde van muchos otros matoncitos a reformarse. La trama te lleva a un punto donde después de ganar una pelea, de repente tu medidor de popularidad se llena al máximo. Parece que el juego está llegando a su fin cuando tu némesis hace algo y de repente, el medidor que estuviste llenando a lo largo de todo el juego, vuelve a cero y toda la escuela te detesta.

-Es medio como Harry Potter.

-De alguna manera. El tipo sin saberlo, es de las personalidades mas famosas y queridas del mundo mágico salvo por un sector de nazis vestidos de verde. Y toda su estadía en Hogwarts es un ir y venir entre esos dos estados del medidor de popularidad.

-¿Vos decis que Bully se inspiró en Harry Potter entonces?

Yo digo que por favor leas otro libro.

Raul y Oscar
Dos amigos. Nos gusta DIALOGAR.