Crack Bang Boom 14 – La Misa Comiquera

Crack Bang Boom 14 – La Misa Comiquera
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Crack Bang Boom 14 – La Misa Comiquera

La semana pasada, del 14 al 17 de agosto, se realizó en Rosario la decimocuarta edición del festival Crack Bang Boom, evento creado por Eduardo Risso y su equipo en 2010. Está muy cerca de cumplir quince ediciones… y está mas vivo que nunca.

(Ilustración de Germán Peralta. Fuente: Facebook de Crack Bang Boom)

(Ilustración de Germán Peralta. Fuente: Facebook de Crack Bang Boom)

Las razones del éxito y la importancia de la CBB o “La Crack” son muchas y multicausales, pero veamos de anotar un par así, a bocajarro.

(Foto: Facebook de Crack Bang Boom)

(Foto: Facebook de Crack Bang Boom)

Los festivales internacionales de esta envergadura suelen poner el foco en el aspecto audiovisual del mundillo, en particular los estadounidenses con el modelo Comic-Con. Traen de invitados a actores físicos, de doblaje y similares, y toda la atención está puesta sobre ellos. En la CBB el protagonismo es de la historieta como medio. En ese sentido se parece más a los festivales europeos. Esto no significa que lo audiovisual sea denostado, nada de eso. Hay muñecos, merchandising de lo que quieras, cosplay ampliamente festejado (volveremos a esto en breve) y mucho más. Pero la cabeza de elenco es siempre la historieta.

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Así fue nuestra experiencia en la maravillosa #crackbangboom 14 ¿Querés leer el resumen? Encontralo en nuestra página. #historieta #comic #argentina #fyp

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El lugar donde se ubica es en pleno centro de Rosario, a la vera del Río Paraná, cerca de hoteles, bares y restaurantes que permiten ir a comer algo; o volver, darse una ducha y seguir paseando a una distancia caminable y, para los porteños (que estamos ya curtidos de que todo esté carísimo), a precios relativamente amables en su mayoría. El evento se desarrolla en tres galpones (los espacios Crack, Bang y Boom) junto a la Carpa de Fanzines, un espacio gigantesco (y de acceso libre para todo el público) donde historietistas e ilustradores, tanto noveles como viejos sabios de la autoedición, pueden pedir lugar en forma gratuita para vender su producción durante los cuatro días del evento.

Dani Ruggeri recibe el premio Trillo en la categoría "Mejor Obra Publico Infantil/Juvenil" por su historieta "El otro lago". (Foto: Facebook de Crack Bang Boom)

Dani Ruggeri recibe el premio Trillo en la categoría “Mejor Obra Publico Infantil/Juvenil” por su historieta “El otro lago”. (Foto: Facebook de Crack Bang Boom) 

Una característica fundamental del encuentro es lo su espíritu profundamente federal. Gente de todo el país, tanto del público como editoriales y autores, que normalmente no se acercaría a Buenos Aires ni con una orden judicial, viaja a Rosario todos los años.

Volviendo a la dinámica con los invitados, todos tienen actividades agendadas como firmas, charlas, etc., pero no se ofrecen meet & greets u otras turbiedades que se venden como excusas de “facilitar el acceso del público al invitado”. El contacto con ellos básicamente implica hacer una fila para su sesión de firmas, asistir a su charla o, si querés, saludarlo/a cuando lo veas caminando por la explanada del río disfrutando del paisaje.

 

Jill Thompson dibujando para el público al aire libre. (Foto de Zona Negativa)

Jill Thompson dibujando para el público al aire libre. (Foto de Zona Negativa)

La anécdota es ya casi legendaria. Una de las invitadas de la edición 2015 fue Jill Thompson. Thompson, completamente fascinada por el setting del evento, pidió una mesita y una botella de vino para ponerse a dibujar para el público sobre la explanada, y durante esa tarde realizó cualquier cantidad de sketches que fans y curiosos por igual pudieron llevarse sin más que hacer una fila.

¿El romance con Argentina que tiene la guionista Gail Simone? Nació en la Crack.

¿El romance con Argentina que tiene la guionista Gail Simone? Nació en la Crack.

Tengo un amigo con un tatuaje del Dark Knight Returns, la famosa ilustración de la silueta de Batman con el cielo azul oscuro y un rayo iluminándolo. En 2017, el año en el que Frank Miller fue invitado, se lo cruzó en el Monumento a la Bandera, le pidió que le firmara el brazo y luego de eso fue corriendo a buscar un tatuador para registrar de forma permanente ese encuentro. No tuvo que pagar ningún meet & greet. Solo animarse.

CBB, el único festival en donde te podés cruzar a Frank Miller en el Monumento a la bandera y que firme tu tatuaje de Batman. (Fotos cortesía de Lucas Alarcón)

CBB, el único festival en donde te podés cruzar a Frank Miller en el Monumento a la bandera y que firme tu tatuaje de Batman. (Fotos cortesía de Lucas Alarcón)

El evento se vive como la fiesta anual de la historieta nacional porque, en un punto, lo es. Son cuatro días en donde todos los que participamos de ella, autores, editores y lectores, nos encontramos a celebrarla. A las pocas ediciones del festival, las editoriales se habían hecho la costumbre de ajustar su calendario de lanzamientos para que su gran novedad del año coincidiera con el festival, una práctica que antes estaba reservada casi exclusivamente para la Feria del Libro de Buenos Aires.

Los sábados a la noche es noche de fiesta con bandas, pogo y baile. (Foto: Facebook de Crack Bang Boom)

Los sábados a la noche es noche de fiesta con bandas, pogo y baile. (Foto: Facebook de Crack Bang Boom)

En las noches de esos cuatro días es imposible entrar a cualquier bar o restorán del centro y no encontrarte con una mesa de gente hablando ñoñadas. Y ya para el viernes/sábado, son múltiples las fiestas que se organizan, desde el viejo BS Fest al ahora clásico brindis de fanzineros en Craz (una librería céntrica), hasta la fiesta oficial de la organización de los sábados, que año tras año revienta cada lugar en el que se realiza. Todos, los cuatro días, celebramos la historieta hasta que amanece. O casi.

La fiesta también se extiende al cosplay. Durante los cuatro días se ven cientos de asistentes caracterizados como sus personajes favoritos, en toda clase de disfraces, desde Sub-Zeros con trajes de goma eva hasta producciones super elaboradas por cosplayers que participan en competencias internacionales. Pero es el domingo donde esto estalla. Ese día la organización monta un escenario en la explanada y se realiza el ya legendario desfile, que convoca a miles de asistentes. Es una actividad gratuita y abierta a todos los que quieran acercarse, convertida ya en una tradición de la ciudad.

También recientemente estrena espacio para videojuegos argentinos, una forma de compartir todas las posibilidades que ofrece la producción nacional entre rubros y de qué manera son capaces de dialogar entre ellos, compartiendo muy a menudo participantes.

Como dicen por ahí: "ni el loro". (Foto: Facebook de Crack Bang Boom)

Como dicen por ahí: “ni el loro”. (Foto: Facebook de Crack Bang Boom)

Somos muchos los que tenemos una relación de amor muy fuerte por este evento. No nos exime de hacerle algunas críticas, que las hay, pero siempre prevalece el cariño que le tenemos. Porque Crack Bang Boom no es solo una convención: es una cita fija en el calendario, la misa comiquera, un punto de encuentro que reúne a la comunidad historietística de todo el país y, sobre todo, una celebración compartida que confirma, año tras año, que la historieta en Argentina está más viva que nunca.

5 cómics nacionales como videojuegos


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