Sos un director de cine, por años estuviste trabajando incansablemente en desarrollar una pieza artística con la que te sentís satisfecho. Quizás vos sabés que no es lo mejor que podías hacer, quizás vos sabés que no es el mejor film jamás hecho, pero estás feliz, porque un estudio grande confió en vos para hacer tu propia película.

Looney Tunes voice actor Eric Bauza yells “RELEASE COYOTE VS. ACME!” at the 2024 #AnnieAwards.pic.twitter.com/aqWFLZe7y1

— DiscussingFilm (@DiscussingFilm) February 18, 2024

Un día, entrás a tu red social favorita y lo ves, la película que hiciste por años, con el trabajo de un equipo de decenas de personas, no solo no se va a estrenar, sino que no existió, todo tu tiempo no existió, toda tu visión no existió ¿Por qué? Para ahorrar un par de dólares en impuestos. Bienvenidos al Hollywood del capitalismo tardío.

El coyote vs ACME

Arranquemos por el final. El caso que todo el mundo tiene en la punta de la lengua al momento de escribir esta nota es el de la película de Warner “El Coyote vs ACME”, una cinta de comedia dirigida por Dave Green, director de clásicos como Las Tortugas Ninja (2016), que sigue la historia del famoso personaje de Wile E Coyote de los Looney Tunes en un juicio contra la popular e inexistente marca, que mezcla animación con live action al mejor estilo Space Jam o la divertida Looney Tunes: Back in Action.

¿Iba a ser el film más divertido del mundo? Seguramente no, pero no por eso tiene que no salir nunca

A pesar de que ya estaba en producción y prácticamente terminada, en 2023 (y en una de las decisiones más antipáticas de una de las industrias de decisiones más auténticas de todas), Warner Bros decidió guardarla para siempre, junto con Batgirl y Scoob! Holiday Haunt, otros dos films casi completados, para ahorrar 30 millones de dólares en impuestos, marcando estas películas como una “pérdida”.

Una luz apareció cuando el director señaló que les dejaron ofrecer lo filmado a otros estudios, pero finalmente rechazaron ofertas de Netflix, Amazon y Paramount, ya que no igualaba los 70 a 80 millones de dólares que pedían (aproximadamente lo que salió hacer la película). Según se rumorea, la idea sería guardar para siempre este film y hasta eliminarlo, lo que haría que desaparezca para siempre, sin haber tenido la oportunidad de nacer. 

Es como los juegos de ET de Atari pero con películas mediocres

Lo inmoral no siempre es ilegal (pero debería)

Ya desde aquel momento en 2023 las discusiones en internet rondaban alrededor de una sola cosa “¿posta es legal hacer eso?”. Destruir el trabajo de cientos de personas solo para ahorrarle un par de pesos a LOS ACCIONISTAS parece algo salido directamente de una parodia de SNL sobre Succession, pero la realidad es que lamentablemente es legal.

La fascinación por reducir la deuda que tienen algunas empresas (y cierto presiduende a cargo de una república al sur del continente americano) hace que pasen con una topadora por encima de todo, sin discriminar qué cabeza queda abajo del hacha. “No es que solamente el film desaparece en estos casos, sino que también lo hace todo lo relacionado con el mismo. Esto significa que nadie que trabajó para este proyecto, por el cual gastaron años de sus vidas, va a tener evidencia del trabajo que son capaces de hacer, lo que los ayudaría a tener más trabajo”, afirmó en una interesante pieza de opinión Matt Zoller Seitz en el sitio web del ya difunto Roger Ebert

Es lo que nos preguntamos todos (la respuesta es que lamentablemente si es legal)

En ella señalaba que, así como los gobiernos indican donde las empresas pueden tirar desechos peligrosos, también tienen la necesidad de ponerle un freno a estas prácticas, que no solo dañan a la cultura, sino también a los posibles futuros trabajos de aquellos perjudicados, solo por un par de dólares ahorrados o incluso, en algunos casos, por no coincidir con la visión que las películas tienen sobre el mundo corporativo.

Tu serie favorita puede desaparecer

Esta situación a la que se enfrenta El Coyote vs Acme es tan solo el último, y quizás más terrible, ejemplo del iceberg de decisiones de mierda que tomó “el sistema de streaming anteriormente conocido como HBO Max” con la llegada de su (ya no tan) nuevo CEO, David Zaslav, quien prometió solucionar pase lo que pase una situación delicada que atravesaba la compañía. 

Ya del vamos el se transformó en el nuevo villano de la industria del entretenimiento, con tácticas muy polémicas, como fue quitar programas de su servicio de streaming para no pagar regalías a las personas que trabajaron en ese producto, como fue el caso de la excelentísima OK KO y varias series de Cartoon Network que hoy por hoy no pueden verse en ningún lado. Además fue una de las voces más fuertes en medio de la pelea entre los gremios de guionistas y actores contra los estudios de producción.

Como alguien más gracioso que yo dijo: Es como la estafa de The Producers pero al menos en la película la obra de teatro estrenó

Pero mientras muchos lo ven como un villano (que lo es), sus acciones demuestran algo más grande, Hollywood está en crisis y no tienen ni idea como solucionarlo. “La verdad es que todas las empresas de entretenimiento y multimedia tienen problemas para estabilizarse en esta ‘era de la ansiedad’”, afirmaron Alicia Adamczyk y Maia Samuel en su pieza sobre el líder de Warner para Fortune, y en eso tienen razón, la gallina de los huevos de oro dejó de funcionar y la burbuja del streaming estalló.

Incluso Disney, un conglomerado gigante que durante años parecía intocable, empieza a tambalear por falta de ideas, malas ejecuciones y un público que no sabe qué quiere ver, pero que tiene muy claro qué no quiere ver. Eso llevó a que producciones desaparezcan del catálogo como Willow, la cual solo duró meses en la plataforma, así como filtraciones que afirman que Disney está pensando en vender su plataforma y volver al modelo anterior de producción de alianzas con otras empresas, e incluso vender series y películas ya hechas a competidores.

¿Querés ver OK KO!? Espero que tengas Qbitorrent actualizado

¿Y ahora qué?

Hollywood todavía intenta despertar del mal sueño que fue la pandemia y comprender qué cosas hay que recuperar y qué cosas deben perderse en las arenas del tiempo. Pero mientras el mundo del cine parece poco a poco acordarse que la gente paga entradas para ver películas, la televisión todavía sigue en un limbo, y quienes sufren son los artistas y los consumidores.

Además, los estudios de cine dejaron de ser “casas de la imaginación”, y ahora son empresas que solo buscan ganancias, incluso cuando es al coste del propio arte que crean. El entretenimiento siempre fue una industria, y una con un corazón muy oscuro, no obstante siempre tuvo amor, amor por el arte, amor por crear, por contar historias y por criticar a la sociedad, una pasión que parece haber muerto por amor al dinero. Pero a fin de cuentas “that’s showbiz baby”.

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