

Ai Yazawa: Narrar desde la moda
Aviso que detrás de todo este análisis hay un vil objetivo: venderles de manera muy personal a Ai Yazawa y su trilogía principal.
La reina del joshosei y la moda
En el mundo del anime esta autora prácticamente no necesita presentación. No solo por traumar a toda una generación con una obra, que para ser el mejor shojo/josei de todos los tiempos, le faltaría únicamente ESTAR TERMINADA; sino también por su estilo inconfundible de dibujo y su manera de abordar las relaciones en el coming of age femenino.
Pero hay específicamente una característica que termina de afianzar sus historias en el público: el uso de la moda.
@freaky_teacher “People d1ed and is just a dress” Version Anime ¿que otro vestido faltó? Si juntamos hacemos una parte 2 #animefan #otaku #anime #animemoda #animedress #animeclothing #ropadeanime #manga
Obviamente no es la primer mangaka en darle un protagonismo esencial en su obra, ya que tenemos a Naoko Takeuchi usando sus marcas preferidas para diseñar el vestuario de heroínas y villanas en Sailor Moon, y a Hirohiko Araki inspirándose en revistas de alta costura para crear sus famosas JoJo Poses.
Por supuesto que no podemos descartar la indumentaria icónica siempre presente, pero lo que distingue a las obras de Yazawa es que en ellas la moda y la vestimenta en general tienen importancia directa en la historia.
Para explicar cómo necesitamos adentrarnos un poco en sus 3 obras más famosas, (voy tratar de spoilear lo menos posible pero aviso que para que se entienda mejor voy a tener que citar ejemplos de personajes y situaciones).
Yazawa y su obra
GOKINJO MONOGATARI: (Historia de un vecindario) Grupo de amigos del barrio que asisten a la misma escuela de arte y diseño. Una protagonista que sueña con crear su propia marca de ropa.
PARADISE KISS: Continuación de la anterior, con diferentes protagonistas. Esta vez la historia gira alrededor de una chica presionada por las expectativas familiares y un grupo de estudiantes de diseño de indumentaria que le proponen ser la modelo de uno de sus proyectos.
NANA: La más famosa de las 3, también la de mayor impacto cultural. Dos chicas con el mismo nombre y personalidades totalmente opuestas tratando de encontrar el rumbo de sus vidas en Tokyo.
En estas historias, especialmente en las 2 primeras por desarrollarse dentro de la industria de la moda, la vestimenta no solo es un accesorio bonito y un posible generador de merch cosplayero, tiene peso tanto visual como narrativo.
Y sí, me van a decir que es un básico de diseño de personaje, pero para que veas el nivel de importancia que le da Yazawa a estos elementos, mientras muchos de sus colegas resuelven el tema de la ropa dejando el mismo modelo durante la mayoría de los capítulos, con ella sucede algo fabuloso: sus personajes no solo varían de indumentaria de una aparición a otra, sino que, de repetir elementos, lo hacen de forma orgánica (Por ejemplo: combinar el mismo pantalón con otra remera). Tomando en cuenta el nivel de detalle y laburo que pone en cada prenda, se nota que es totalmente intencional.
Visualmente, en Nana la ropa sirve para diferenciar los grupos de amigos de ambas, espejando asimismo el estilo de cada una. Los amigos de Nana Komatsu, “Hachi” para los íntimos y para no volver loco al lector, al igual que ella, tienen una onda mezcla de vintage y hippie-chic, mientras que el grupete de Nana Osaki es todo punk, rock y Vivienne Westwood.
Paradise Kiss divide los mundos en conflicto de Yukari, la protagonista: el estilo más “normie” y conservador de su familia y compañeros de escuela en contraste con los outfits creativos y extravagantes de sus amigos estudiantes de diseño. Además, muestra su evolución de un lado al otro de este espectro cambiando tanto la forma de vestirse como de peinarse.
La moda para Yazawa es también la sublimación de sueños y ambiciones, siendo ella misma estudiante de diseño de indumentaria antes de volcarse de lleno al manga, entiende perfecto como funciona la visión y la necesidad del artista. En las dos historias volcadas a la moda, los diseñadores plasman en sus marcas un mundo de fantasía al que escapar de realidades complicadas o de un entorno que no los termina de comprender. Mikako, prolongando su niña interna con la onda super kawaii y azucarada de Happy Berry, y George, con su ideal dramático y teatral en ParaKiss.
Esta cuestión de no encajar o ser demasiado rebelde, excéntrico o hasta emocional para el arquetipo conservador y estructurado de la sociedad japonesa, es una constante, al punto que no deja dudas que viene de la experiencia de la propia mangaka. Lo percibimos a través de la escuela de arte/diseño que soñó y plasmó en su obra: descontracturada y divertida, el Yazawa Gakuen, que no solo lleva su nombre, tiene su propio self-insert en la directora y fundadora de la institución.
La vestimenta como identidad
Isabella, uno de mis personajes preferidos y también una de las representaciones trans más hermosas que tiene la industria del manga, considera como su ‘segundo cumpleaños’ —y punto de partida de su transición— la fecha en que George le diseñó su primer vestido a medida, cuando ambos aún eran niños.
Nana Osaki reconoce que mucho de su estilo actual viene de la influencia de Ren, novio al que ama de manera recíproca, pero también de cuya sombra intenta separarse para crear su propio camino. Y efectivamente cuando los ves juntos, caés en cuenta que se visten igual, el clásico momento cringe cuando notás que te volviste un clon de tu pareja.
La ropa hasta puede funcionar como un love language. En Paradise Kiss, dentro de toda su teatralidad, George es más sincero y demostrativo diseñando ropa para alguien que en su vida personal. Lo vemos en la anécdota con Isabella y lo dice Yukari en voz alta: con ella logra una conexión más profunda como musa inspiradora que como pareja.
En Nana, uno de los monólogos internos más recordados (y tristes), habla de construir una casa cuya habitación principal tenga “un gran armario lleno de toda la ropa que tanto te gusta, para que la próxima vez que alguien te rompa el corazón puedas volver a casa y sonreír“.
Icónica
Con todo esto, no es de extrañar que actualmente (a pesar estar hace años inactiva), Ai Yazawa siga siendo tanto una referente del shojosei, como una inspiración para la industria de la moda actual, con la que sigue realizando colaboraciones y colecciones basadas en sus obras.
Yo no sé si la Westwood cruzó el charco a la otra vida dimensionando cuántas de nosotras desarrollamos un afecto especial por su marca, en gran parte gracias a Nana y la cantidad de estudiantes de diseño de indumentaria que nacieron el día que abrieron el primer tomo de Paradise Kiss.
Si todavía no arrancaste alguna de estas obras esta es tu señal para hacerlo.
Las 3 tienen versión animada pero personalmente siempre voy a preferir el manga en donde se puede apreciar mejor el estilo de la autora.
Sí flaco, a vos también te hablo, animate a Yazawa y al shojo que te va a cambiar la perspectiva.
Nuestra Villana de la semana es Caro – Freak Teacher:
Profe, mamá y geek, de alguna manera las tres conviven en armonia. Hago dibujos, hablo de arte y frikeadas.
Podés seguirla en Twitter, Instagram, BlueSky y si te gustó su nota, donarle un Cafecito.