¿Boicot a Xbox?

¿Es una buena estrategia pedir que alguien renuncie a sus juegos?
¿Boicot a Xbox?
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¿Boicot a Xbox?

El 7 de abril pasado el movimiento palestino BDS (sigla de Boicot, Desinversiòn y Sanciones) elevó a Microsoft al nivel de blanco prioritario, y publicó una guía de acciones con el sector de gaming del gigante tecnológico como objetivo principal:

  1. Cancelar suscripciones de Gamepass
  2. Boicotear Candy Crush, Call of Duty y Minecraft
  3. Boicot general a todos los productos de gaming de Microsoft: Consolas, accesorios y juegos publicados por la compañìa, incluyendo a los distribuidos por Actvision/Blizzard y Bethesda

El motivo del boicot es la cooperación de Microsoft con las fuerzas armadas israelíes, proveyéndoles de servicios de cloud computing e inteligencia artificial. ¿Pero por qué específicamente XBox, que no tiene nada que ver con usos militares, y no otros productos de la compañía? 

Por un lado, porque obviamente son una fuente de ingresos importante para la empresa. Y leyendo el comunicado con atención, mencionan que “existen alternativas viables”. 

Antes de meterme en este bardo quiero aclarar un par de cosas: en este mismo medio he escrito sobre los esfuerzos de Israel para suprimir videojuegos sobre el genocidio palestino. No es mi intención defender las acciones de ese estado. Y tampoco es que me preocupe la salud de la empresa multimillonaria, cuyos productos como Windows y Office ya llamé a abandonar. Tampoco soy fan de Call of Duty, serie cuya bajada de línea política me parece nefasta..

Con todo esto dicho: pedir un boicot a productos artísticos me parece un errorazo.

Creeme, hablo desde la experiencia. Hace un par de años mi comunidad tuvo este mismo debate cuando se lanzó Hogwarts Legacy, juego ambientado en el universo de Harry Potter. Por si vivís abajo de una piedra, Harry Potter es la creación de una bolsa de mierda que festejó así un fallo judicial restringiendo derechos para las personas trans:

JK Rowling festejando un fallo que discrimina a las personas trans

De más está decir que no jugué Hogwarts Legacy. Pero antes que llamar al boicot elegí el silencio como estrategia, porque la posición de aguafiestas es políticamente muy endeble. Lo hemos visto una y otra vez incluso hacia las críticas más moderadas hacia los peores exponentes del medio.

Por supuesto, un problema fatal de mi planteo es que el silencio evidentemente no funcionó. Hogwarts Legacy fue un éxito y ya tiene una secuela en desarrollo. También hay que decir que a) no todas las personas trans optaron por el silencio, sino que en muchos casos hubo un pedido infructuoso de boicot, y b) tal vez esta era una batalla que no se podía ganar, teniendo en cuenta que estamos hablando un puñado de mostris con cuentas de Twitter peleando contra el poderío conjunto de Warner Bros y la mujer más rica del planeta.

Al fin y al cabo, también aplicaba a Hogwarts Legacy lo mismo que dice BDS sobre los juegos de XBox: “existen alternativas viables”. Solo que para el fan… no, no existen.

Si, hay otros juegos. Los hay mejores, incluso: si confiamos en Metacritic (de nuevo, no lo jugué ni lo pienso jugar) es un juego bueno, pero no genial. Y ni figuró entre los nominados a premios ese año. El problema es que no están ambientados en la escuela de su niño mago favorito. Para el Potterhead no hay una alternativa real. Su fantasía es esa, no seducir osos en Baldur’s Gate 3.

Es que los videojuegos son arte, y el arte no es fungible. No es un bien que podamos reemplazar por otro equivalente.

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Lo mejor que se puede hacer en un caso así es informar para manchar la asociación de la marca. Yo no siempre sentí rechazo hacia Harry Potter. De hecho, mi copia de Piedra Filosofal es una segunda edición, que aparentemente sólo tuvo 5000 ejemplares. Sí hubo un momento en que alguien agarró Harry Potter y dijo “Voy a hacer cinco mil de estos, seguro esa cantidad vendo”. Fui fan de la primera hora, y aún así hoy es un universo que me genera entre repulsión e indiferencia.

Por otra parte, más allá de que obviamente para el pueblo palestino este tema tiene toda la urgencia… desde acá en Carpincho Baleado a veces entran otras cuestiones en consideración. Por ejemplo, XBox es una de las pocas tiendas de videojuegos de PC que todavía ofrece precios en pesos. Y Gamepass es una opción muy competitiva para muchas personas que de otra manera no tendrían acceso a su biblioteca de juegos a precio razonable.

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Y para el caso, aún si quisiéramos tomar una decisión basada en posturas políticas… ojo que Microsoft no es el único malo. Nintendo tiene entre sus mayores accionistas a un fondo de inversión estatal de Arabia Saudi. ¿Si jugar Halo te convierte en cómplice de un genocidio, comprar una Switch te alinea con los asesinos de Jamal Kashoggi?

Saliendo del rubro videojuegos, BDS tambien tiene una campaña contra Carrefour, de la que probablemente no te habías enterado (yo no la conocía). Ahora podés elegir entre no comprarle los cómplices del apartheid y el genocidio, o a Coto, cuyo personal de seguridad mató a golpes a un jubilado en San Telmo por robar un chocolate. A veces no hay una buena opción.

Si sos una persona que quiere boicotear Xbox por ser parte de Microsoft, te banco, tenés todo mi apoyo. De hecho, un poco espero que esta nota le de algo de visibilidad al tema, que en castellano parecería tener poca cobertura. Pero sugeriría que no intentes correr al resto del mundo con la culpa, porque no funciona. Probá en todo caso ofreciendo alternativas a otros productos de Microsoft que sí tienen equivalentes directos. 

En otras palabras: La posta era pedir boicot de Teams o Linkedin, ameos.

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