Buena parte del periodismo, en cualquiera de sus ramas, suele tener sus cañones apuntados a lo actual, a lo reciente. Y también una obsesión con la primicia.

Poquísimas veces se toma un tiempo para analizar las cosas desde una perspectiva más distante, trátandose esto más de hechos excepcionales que una regla.

Esto es algo que, por ejemplo, puede verse en las reseñas de videojuegos. La necesidad de tener todo lo antes posible en una rama del arte que no para de crecer, hace que incluso analizar un juego salido hace una semana se sienta “viejo”.

Pero, ¿Qué tan minuciosa o exhaustiva puede ser una reseña hecha prácticamente contrarreloj, o cuando el medio en cuestión no tiene el juego con un tiempo de anticipación razonable?

Vamos a ver las ventajas y desventajas de reseñarlo de forma tardía.

A veces no alcanza

Muchos títulos, especialmente los AAA, pueden llegar a tener decenas de horas de duración. Recibirlo un puñado de días antes de su estreno puede hacer imposible un análisis más detallado.

Claro está que se pueden explicar controles, calidad gráfica, jugabilidad, algunas cuestiones técnicas o incluso accesibilidad jugando unas cuantas horas. Pero hay aspectos que requieren días, incluso semanas, para poder dar un análisis preciso.

Si hay inconsistencias en la narrativa, si la historia en algún punto decae o si se torna aburrido después de varias horas de juego en títulos de muy larga duración, es muy complejo en estos casos llegar a esa conclusión en poco tiempo.

Incluso alguien que se dedique a tiempo completo a esta tarea lo tendría difícil, y cabe recordar que periodistas de videojuegos que vivan del rubro no es algo que precisamente abunde en el país.

Las primeras reseñas

Probablemente se nos vengan a la mente sin pensar demasiado las ventajas de las reseñas que tenemos desde el día del estreno de un juego o incluso con anterioridad, en el caso de medios más privilegiados.

La posibilidad de contar con, al menos, una primera noción del nivel de un título generador de expectativa es, a priori, algo muy importante.

A veces nos alcanza con que el juego no esté plagado de glitches o bugs que arruinen la experiencia, y tener en nuestras manos algo entretenido, o que al menos valga los 60 dólares (más impuestos) que suele pagarse, de mínima, un AAA.

Claro que, si a eso le podemos agregar información extra, aunque no nos mueva el amperímetro, bienvenido sea.

Pero eso, tal vez sea algo aplicable a circunstancias ideales…

¿En tiempos de crisis?

Hay veces en las que, guste o no, se tienen que tener en cuenta aspectos externos a la obra de por sí.

Por ejemplo, no siempre está al alcance del bolsillo la posibilidad de comprar un AAA desde el día de su salida. Mucho menos pre-ordenarlo.

Poder gastar 60 dólares más impuestos para un videojuego hoy en Argentina es prácticamente un lujo.

Cuando algo es tan inaccesible para el público promedio, pero a la vez nos despierta gran interés, no es raro que sea una decisión que tiene que pensarse un poco más de la cuenta.

No hay margen para que un gasto tan alto salga mal, por lo que a veces, un juego simplemente “entretenido” no es suficiente.

Y acá es donde entran las reseñas tardías.

Ojo con las primeras impresiones

Puede pasar que un título cause un fuertísimo gran impacto, al punto que sea considerado prácticamente un ganador seguro a cualquier GOTY que surja, o incluso tener un lugar como un “clásico instantáneo”.

Pero con el tiempo que surgen las inconsistencias o problemas que no se ven en una reseña temprana.

Por dar un par de ejemplos, y a pesar de ser aclamados por la crítica incluso a posteriori, obras como Zelda: Breath of the Wild o God of War Ragnarök tuvieron sus ligeras críticas en redes sociales debido a aspectos a nivel técnico o en pecar de repetitivos.

Se trata, precisamente, de contras que dependen de jugarse muchas horas, algo virtualmente imposible para periodistas que no viven justamente de la profesión.

Claro que, al menos estos casos puntuales, son aspectos que no les quitan el mote de obra maestra que se ganaron con justicia. Pero nunca está de más saber los puntos negativos incluso de los mejores títulos.

Difícilmente un juego de 6 horas de duración sea repetitivo (y si lo es, ni merece ver la luz) o presente puntos flacos en la historia en ese mismo lapso de tiempo.

Pueden parecer cuestiones básicas, pero en algunos puede ser determinante algo así para decidir si comprarlo (o bien esperar a que esté de oferta).

Why not both?

Las reseñas tardías no tendrían alguna fecha de salida establecida. Pueden ser tres meses, seis meses, un año, o aprovechar una ocasión particular para su publicación (que el título esté oferta, su aniversario o algún otro hecho).

La experiencia de una aventura completada en un tiempo prudente y la posibilidad de incluso hacer relaciones sobre aspectos puntuales del juego, le dan ese extra a la reseña tardía que a una tradicional puede faltarle.

A fin de cuentas, los análisis pueden constar de varias aristas.

Reseñas tempranas para conocer un pantallazo general de las características del juego y su gameplay. Idealmente complementar con una más tardía que profundice en estos aspectos y en la consistencia de sus bondades, o el surgimiento de problemas que no asoman desde el principio.

Por supuesto que la existencia de una no priva a la otra de ver la luz, y las alternativas siempre son bienvenidas.

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