Jimeronica
16-04-2024 09:42

Ayer esta serie cumplió 12 años y resulta que teníamos este artículo en el tintero hace meses… ¿Qué mejor excusa de publicación que esta?

Girls no es una versión moderna de Sex and the City

Antes de desarrollar brevemente el por qué Girls es una serie que tiene mucho valor en su repetición (dejando por supuesto que pasen una buena cantidad de años) necesito que aclaremos un tema recurrente: “Girls es la Sex and the City de millenials” ¿Es de millenials? Sí, y probablemente sea una de las más representativas, sin embargo, la única similitud que tiene con la historia de Carrie y sus amigas es que son 4 mujeres en Nueva York. Fin. 

Por supuesto que para una mirada superficial puede parecer que sí, sin embargo, cuanto más indagamos en su estructura, hasta se podría decir que critica muchos conceptos planteados en Sex and the City: le saca el velo de idealización al sexo, no se enfoca en lo aspiracional, muestra la perspectiva detrás de los fracasos laborales en contexto con los emocionales, habla de traumas familiares, no intenta esconder su feminismo (ni sus fallas), etc.

No por esto estoy diciendo que Girls es la mejor serie que vayan a ver en sus vidas. Como argentina de clase trabajadora, observar a estas chicas de veintitantos sufrir por sus problemas de mujeres blancas neoyorkinas con privilegios, no me genera ninguna empatía. Pero lo interesante es que Lena Dunham no evade esa realidad y es capaz de construir una crítica alrededor de ella, admitiendo el capricho y la nimiedad desde el minuto uno del primer capítulo, cuando Hanna le reclama a sus padres que la sigan manteniendo.  

Girls

Le pagaban el alquiler y se enoja con ellos cuando le dicen que consiga trabajo… dale Hannah, half a battery.

La segunda y más importante razón es el tratamiento de los personajes masculinos, que directamente tiene años de distancia en relación a la serie de Darren Starr, no es casual que la esté mencionando aludiendo a su autor: las mujeres y los varones de esa serie están planteados desde una mirada masculina. No es bueno ni malo, es diferente; sobre todo cuando muchos de los ejes de Girls pasan por problemáticas como la salud mental, la sexualidad, las enfermedades venéreas, la idealización vocacional, el abuso y otros tantos conflictos que cambian rotundamente según el género.

El abismo de los 25 y los 35

Habiendo aclarado esto, quiero indagar en una experiencia que tuve hace poco. Empecé a ver Girls aproximadamente en 2014, ya arrancadas un par de temporadas. Para ese entonces, tenía 29 años y era más o menos contemporánea a la edad de sus personajes (Lena Dunham tiene un año menos que yo). En general, no me gusta mucho volver a ver algo que ya vi, me aburro o me canso. Pero cuando algunas obras me impactan por la calidad de su guión, me gusta revisarlas después, especialmente si en el medio estudié guión, quizá las vea con otros ojos. 

Fue por eso que casi 10 años después, decidí hacer rewatch de Girls (habiendo cientos de series que tengo pendientes, porque ante todo postergar recomendaciones). Mi sorpresa fue que lo más interesante no lo encontré en su escritura, aunque por supuesto me llevo muchas observaciones al respecto, sino la sensación de percibir actitudes, situaciones y personas de maneras muy distintas a las que me interpelaron en mis veintitantos (y tempranos 30). 

Girls

A los veintipico no la bancaba, hoy la entiendo muchísimo.

No es el mismo personaje

De golpe, Shoshanna, aparatosa, torpe y demasiado nerviosa, quien arranca la serie siendo la única que todavía no había tenido relaciones sexuales… me parecía la persona que no hubiera querido ser nunca. Super obsesionada con ser alguien profesionalmente y sin el carisma que tenían cualquiera de las otras tres. Pasados los años, sin embargo, ella termina siendo mi favorita de las cuatro: tenía todo más claro que ninguna y cuando se hinchaba las pelotas de alguna estupidez superficial de sus amigas, les cantaba las cuarenta sin pelos en la lengua. 

En la misma línea está Ray, que me parecía un fracasado laburando en un café hasta sus casi cuarenta. Hoy por hoy entiendo que, más allá de su pobre sesgo romántico, era el único que tenía consciencia de sí mismo y sus defectos, se esfuerza por mejorar y, a pesar de su falta de tacto para decir las cosas, termina siendo el más empático y protector de casi todos los personajes.

Marnie tiene la habilidad de mantenerse indemne en el podio de personajes odiosos. Pero con tantos años vividos, de repente puedo verla como la narcisista patológica que realmente es y que, pese a sus defectos, es capaz de lucir momentos de buena amiga. Cosa que cambia con respecto a su última pareja: Desi. Un tipo bastante pelotudo y la clase de persona que nadie querría tener en su vida pero, verlo 10 años después hace notar que ambos se consumieron en una competencia de egos y ella logró salir victoriosa, el desagrado por él se convirtió en lástima. 

Girls

Todes conocimos a una pareja de infumables que no tiene problema de arruinarte un fin de semana con peleas tóxicas.

Hannah por su parte, me había parecido el personaje más interesante en sus inicios y hoy por hoy, con una mirada mucho más adulta, la veo tremendamente caprichosa e infantil en casi todas las temporadas. Quizá en comparación a algunos personajes no lo es tanto, y posiblemente sea la más inteligente en relación al resto del cast, pero me pareció notoria la falta de empatía especialmente con su madre y su padre; quienes prácticamente le toleran un montón de estupideces. 

Justamente esto me lleva a Loreen y Tad, sus padres, sobre quienes hace años no entendía muchísimas de sus decisiones y hoy por hoy comprendo casi a la perfección. La desolación de una mujer que debe reinventarse después de una separación y concebirse feliz sola, o de un hombre que ha tomado decisiones para complacer toda su vida y finalmente descubre donde está el placer. De hecho, pese a intentar ser duros con ella, hoy veo con mucha claridad que han cuidado a su hija más de lo esperado e incluso en sus reacciones más injustas, me ha parecido totalmente entendible: por ejemplo, que Hannah les llame genuinamente para agradecerles como la criaron y que no le crean que llama para pedir algo. 

Girls

No serán los mejores pero realmente son buenos padres.

Jessa sin duda es el personaje que más cambia dependiendo la edad en la que ves esta serie. La primera vez me parecía imbancable y egoísta: una chica que es caótica, se cree mil por ser hermosa y hace lo que quiere. De hecho, me parecía una tontería que siguiera aferrándose a un padre que la había abandonado cuando tenía tanta vida por delante. Desaparecer de un día para el otro, tratar mal a la gente o robar para drogarse, siendo una persona que tenía a quien pedir ayuda, no tenía ningún sentido. 

El mismo personaje es otra persona cuando lo vemos con ojos que han vivido años de experiencias: una mujer que ha sido obligada a madurar temprano, desamparada, temerosa de ser decepcionada una vez más y que, cuando lo permite, se vuelven a aprovechar de ella repetidas veces. Jessa refleja a la perfección lo que tratamos de mostrar cuando no podemos lidiar con la falta de amor propio y en muchos sentidos, es la más sincera de todas.

El caso de Adam es bastante similar pero a la inversa de Marnie, tiene las mejores características de un buen pibe y, quizá incluso después del tiempo, somos capaces de ver que era una de las mejores personas. Por supuesto que algunos conflictos patriarcales llega a tener, como cuando no puede entender que una de sus parejas decida abortar, pero pese a todo suele ser bueno para salir al rescate en urgencias y sacudirse la irresponsabilidad cuando la gravedad lo requiere.

Girls

Adam, venimos del futuro para decirte que no aceptes ese papel en Star Wars.

Hay varios personajes más que a través del tiempo pueden observarse con una mirada diferente, Elijah, Caroline, Dill, Charlie y Fran… por mencionar algunos. Pero considero que en estos casos vemos la matriz de los otros personajes proyectada en nuevas facetas que aportan color y variedad por la longitud de la serie.

No es la misma situación

Hay varios eventos que realmente merecen la pena ser analizados a la luz de los años. En el primer capítulo de la serie, Hannah argumenta a sus padres que ella no ha elegido nacer en este mundo y merece ser mantenida por ellos. Su madre Loreen, decide “cortarle los víveres” para que aprenda. No es un problema desconocido para muchísimos jóvenes adultos el haber pensado qué desgracia es vivir sin haberlo querido y tener que hacerse cargo de sí mismos, pero hoy, años después; observo esa escena estando completamente de acuerdo con su mamá y les digo más: hay otros capítulos donde afloja. 

No había final feliz si Hannah terminaba con Adam. Realmente eran una pareja tóxica. Por supuesto que la escena final de la segunda temporada nos disuade un poco con amor: ella está al borde de la entrega de un trabajo al que no llega, su TOC vuelve a florecer después de años y sus amigas no están para auxiliarla. Adam, habiéndose separado de ella, deja todo para ir a ayudarla, hay que tener el corazón como una piedra para que no nos llegue una escena así. 

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Adam corre a salvar a Hannah y Lena Dunham juega hábilmente con tus sentimientos de cornuda, porque sabe que no es garantía real.

Lo irónico de esto es al principio de la misma temporada, es ella la que cuida de Adam por mera sensación de culpa, manteniendo incluso otra relación en paralelo después de haber logrado con muchísimo esfuerzo que Adam se abra emocionalmente con ella. La autora es clarísima: el personaje que la representa sólo quiere testear hasta dónde son capaces de llegar por ella, pero el verdadero amor no está presente

La verdadera debacle del vínculo sucede cuando Adam tiene una oportunidad real de convertirse en actor, decide volcar toda su voluntad en lograrlo. Hannah, egoísta y caprichosa, hace todo lo posible por convertir esto en su problema, jamás respetando el espacio que él le pide. Ver esto a los veintitantos, sobre todo a quienes nos hicieron creer que hay que morir por “el amor de la vida” es totalmente comprensible. Verlo post 35, es la definición perfecta de lo que NO es el amor: dejar de apoyar a la persona querida por inseguridades personales

Probablemente uno de los momentos más polémicos de la serie es cuando Jessa decide salir con Adam, alrededor de la anteúltima temporada. El conflicto es interesantísimo: ¿Perdonarías a una amiga que decidió empezar a salir con un ex muy importante en tu vida? Mi recuerdo de esto era indiscutible: Jessa me parecía una mala persona y Adam un estúpido. Pudiendo estar con tanta gente, ninguno de los dos había tenido en cuenta las emociones de Hannah. 

Girls

A los veintis: imperdonable. A los treintis: sí hermanos, estén juntos de una vez.

Años después presté más atención y la conclusión fue totalmente distinta. Hannah hizo uso y abuso de las emociones de Adam, pero tuvo la decencia de elegir finalizar esa relación para siempre porque sabía que eran capaces de hacerse daño. Por otra parte, Jessa y Adam no se abalanzaron el uno sobre el otro, hubo temporadas de construcción orgánica de esta relación para entenderla: comprender que ambos eran personas rotas, adictos en recuperación, gente que tuvo que madurar demasiado temprano para sobrevivir. 

Luego de un beso accidental, luchan todos los capítulos por evitar estar juntos, lo cual por supuesto es mucho peor. Cuando finalmente ceden a sus instintos, no son capaces de disfrutar, sus propias conciencias y el respeto a Hannah se los impide. Es finalmente esta última la que lo percibe a través de miradas y las cosas, por falta de comunicación, no terminan de la mejor manera. A la larga, Adam y Jessa son una mejor pareja, y Hannah tiene la capacidad de sobreponerse a esto, incluso aprender de la situación y hasta catalizarla en un excelente texto que lee en público

El final de la serie termina con su protagonista encontrando “el verdadero amor” que en este caso es eligiendo tener el hijo del cual quedó embarazada de un casi desconocido. A los veintitantos, me parecía una decisión estúpida de parte de Hannah elegir esa vida, un escape cómodo a su realidad quebrada. Hoy veo a una mujer que entendió que para alejarse del drama también a veces hay que acercarse a una verdadera responsabilidad, la que nos empuja a abrazar la adultez. 

Girls

 

En síntesis

Girls NO ES Sex and the City para millenials. 

Tampoco es una serie que se pueda percibir de la misma forma a los 20 que a los 30 o a los 40. Pero así como los juegos tienen valor de rejugabilidad, esta serie lo tiene como “rewatch”. Sus personajes cambian, las ópticas de la experiencia y la adultez dan otra mirada.

Además, podemos apreciar la verdadera virtud que ha tenido Lena Dunham hace años: la de parodiar a su propia generación entre el humor y el drama, y saber proyectar sobre lo que significa ser una mujer en este siglo. Puede gustarnos o no, pero en su crudeza sabe lastimar sin dolor y sabe criticar sin olvidar el valor detrás de ello. 

Véanla de nuevo, o véanla por primera vez y agéndenla para dentro de 10 años. 


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Jimeronica
Guionista, Editora, Project Manager, Astróloga, Barmaid... Entre otras, no necesariamente en ese orden de prioridad. Una idealista que no sabe comulgar con algunas caretas modernas, posiblemente por eso estoy escribiendo acá.