

Stan & Jack
Este julio de 2025 resultó ser una fiesta para los Gordos Cómic.
Se estrena Fantastic Four: First Steps para cerrar un mes que, junto al Superman de James Gunn, le dio un más que necesario soplo de vitalidad y frescura a un género que estaba completamente estancado. Más o menos como pasó en 1961.
Después de su boom inicial a fines de los ’30 y hasta el final de la Segunda Guerra, los cómics de superhéroes habían entrado en un estado de estancamiento creativo importante. Muchísimas publicaciones fueron canceladas, y de las pocas que quedaban, había bastante poquito realmente interesante. El grueso del material que se publicaba eran refritos de la misma historia de siempre y banalidades que no cortaban ni pinchaban. El grueso del talento creativo se había mudado de los superhéroes de DC y Marvel (en ese entonces todavía Atlas Comics, luego de iniciar como Timely Comics) a otros géneros narrativos, como los cómics de la EC Comics, enfocados en suspenso, crimen, guerra y más; o también dentro de Atlas, pero en revistas como Amazing Adult Fantasy (kaijus a la americana, básicamente) o Young Romance (cómics de romance para amas de casa de los suburbios).

Gardner Fox, retratado por el dibujante Gil Kane
Hasta que, en 1956, Gardner Fox —creador de Flash— decide darle un cambio de look y de identidad a su creación y, bajo el ala del editor Julius Schwartz, en Showcase #4 debuta Barry Allen, el nuevo Flash, dando inicio a lo que se conoce como la Edad de Plata del cómic de superhéroes. Esto fue tomando impulso mes a mes con pequeños (y no tan pequeños) cambios hasta finales de 1960, con el debut de la Liga de la Justicia, todo esto en DC. Para entonces, Martin Goodman, mandamás de Timely/Atlas, le comenta a su sobrino Stanley Lieber —también conocido como Stan Lee— que esto de los equipos de superhéroes estaba funcionando bien, y le encarga publicar un título que siga esa dinámica.
Lee estaba, en criollo, roto los huevos de trabajar en esas pavadas. Tenía 38 años y toda su carrera se basaba en ser “el sobrino de Goodman”, cubriendo trabajitos menores dentro de una editorial que se estaba hundiendo pasito a pasito en la intrascendencia total. Las ventas de algunos pocos títulos mantenían la cosa a flote, pero el rumor era que en cualquier momento Goodman bajaba la persiana. Con un pie más fuera que dentro de Atlas, su esposa Joan le sugiere que, dado que este iba a ser su último cómic de superhéroes, lo hiciera como él quisiera; total, no le debía nada a nadie.

Showcase #4, el debut de Barry Allen como Flash.
Lee pidió trabajar con Jack Kirby, que por ese entonces hacía lápices en títulos de monstruos gigantes. Kirby era un viejo conocido de Timely/Atlas, habiendo co-creado al Capitán América en 1941 junto a Joe Simon. Kirby también estaba, a sus 43 años, un poco roto los huevos de todo. Ninguno de sus proyectos importantes terminaba de despegar, trabajaba 14 horas por día freelanceando y, encima, ahora le habían encargado laburar con el carnero de Stan Lee. Kirby sospechaba que era Lee quien había ventilado que él y Joe Simon estaban negociando un pase con DC Comics (en ese entonces National Comics) en 1942, lo que resultó en la partida del dúo de Capitán América de Timely.
A fines de 1961 sale el primer número de Fantastic Four, y decir que todo cambia es medio una redundancia, pero sí: todo cambia para siempre.
La historia, a partir de este momento, se contó hasta el hartazgo: Lee plantea no un equipo de superhéroes clásico, sino una familia de aventureros. Se abandona el estilo de narración solemne y pulcra que abundaba en el género a favor de un tono más informal, más descontracturado. Los personajes hablaban de cosas que ocurrían “en el mundo real” y planteaban problemáticas que evolucionaban mes a mes. Nace el Método Marvel.
Lo que ocurrió en la década de 1960 en Marvel y su boom es material para una nota en sí misma, pero mantengamos el foco en Fantastic Four. Lee y Kirby trabajaron juntos en el título durante los primeros 102 números de la revista, desde 1961 hasta 1970, y en esta revista fue donde tanto Lee como Kirby terminaron de “encontrar” sus voces como autores. Jack Kirby, en particular, terminó de desarrollar el estilo que lo haría coronarse como el “Rey del Cómic” a poco más de dos años de haber empezado a trabajar en FF.
Para muestra, basta un botón. Vean esta página de Fantastic Four #1:
(Y esta de FF #36, unos años más tarde…)
Y llegamos a esta, de FF #50, la Saga de Galactus:
La llamada “Saga de Galactus” comprende los números 48, 49 y 50 de Fantastic Four, y es considerada por muchos como lo mejor que hicieron Kirby y Lee juntos. La historia de la llegada del Silver Surfer a la Tierra como heraldo del Devorador de Planetas, Galactus, y de cómo los 4 Fantásticos se enfrentan a algo que no es un villano movido por la envidia, ni un conquistador del futuro, ni un monarca de una civilización subacuática, sino una fuerza de la naturaleza, una constante universal, es sin duda de lo más emocionante y revolucionario que supo entregar la Casa de las Ideas en toda su historia.
Kirby, por este entonces, ya estaba cómodo trabajando y la libertad que le otorgaba el Método Marvel (Lee le contaba el plot, el argumento, de ese número a su colaborador y este se encargaba de dibujar la historia completa. Lee volvía luego a las páginas dibujadas y agregaba los diálogos y la narración) le permitía experimentar con distintos recursos que terminaron cementando su identidad como dibujante y su rol dentro del medio, nada menos que como el mejor dibujante de superhéroes de la historia.
Stan Lee, por su lado, en estas páginas logra imprimir al relato de una fluidez y una poética que no volvería a encontrar en obras posteriores, pero no estaría exagerando al decir que no lo logró porque sus intereses ya estaban en otros lados, como ser la cara visible de Marvel, su intento de construir una carrera como escritor de prosa o ya entrados los 70’s de ser el encargado de “venderle” Marvel a Hollywood.
Al momento de escribir esto todavía no pude ver la película, pero tengo curiosidad por saber cómo habrá resultado la adaptación. El trailer me gustó, el tono me gustó. Esperemos que los mandamases de Marvel Studios hayan logrado homenajear correctamente una de sus grandes obras.
La relación Lee/Kirby termina y termina mal a principios de los 70’s con la partida del Rey a DC donde dará forma a los New Gods (su mejor trabajo, en mi opinión) mientras que Lee se dedicará a oficiar como embajador de Marvel ante los medios. Decir que Stan Lee era un carnero pro-empresa que se cagó en todos sus colaboradores de años es una simplificación un tanto extrema, pero no deja de ser cierta. También es cierto que muchos de sus colaboradores no lograron producir obras que estuvieran a la altura de lo que hicieron junto a Lee en los 60’s, Kirby con sus New Gods siendo una de las poquísimas excepciones.

Jack Kirby y Stan Lee, en 1980, una de sus últimas fotos juntos.
En entrevistas en años posteriores, ambos se mantendrían férreos en sus posturas, pero siempre se los lee o se los oye con una añoranza, una nostalgia que deja claro que, más allá de las diferencias y las broncas, los dos sabían que lo que habían hecho juntos fue irrepetible.
Adaptaciones de Fantastic Four a la pantalla grande ya las hubo. Las peores son aburridas, la mejor no deja de ser una joyita del cine bizarro, pero ninguna logró estar a la altura del material en el que se inspiraron. ¿Tocará esta vez?