O tal vez estás usando mal Happn, OkCupid, Bumble, Badoo, Hinge o cualquier otra de la que no tenga conocimiento. También aplica a la nueva moda de usar Instagram para aplacar la vergüenza de usar una app (innecesario). Con una mano en el corazón, es probable que si entraste a esta nota es porque tenés la sospecha de que tu uso no es el correcto, venís fracasando estrepitosamente o simplemente te va bien, pero te dió curiosidad el título.
Aclaremos algo: no tengo la posta. El slogan de MECHA también es que no tenemos la posta. Dicho esto: a mí las apps me terminaron funcionando muy bien, pero al principio no: hubo que hacer ajustes y de ellos aprendí muchísimo.
Por otro lado, si hay algo que me apasiona son las relaciones humanas atravesadas por la tecnología, así que incluso estando en pareja ya hace largo rato, las apps de citas y los vínculos actuales son un tema que observo y debato muy a menudo.
En síntesis, lo que viene a continuación es una especie de compilado de consejos, experiencias y observaciones que he recopilado con el paso del tiempo. Y, una aclaración más: rige para todos los géneros. Sí, hay estadísticas que avalan comportamientos según el género, pero te aseguro que hay algunos “DONT´S” que son común denominador.
Regla Nº 1: Esforzate con las fotos
Vas a tener que laburar. Esto me recuerda a la gente que medio en joda medio en serio dice que va a tener que abrirse un Only Fans para no laburar nunca más. Craso error. Incluso aunque veamos una pared comida por la humedad detrás de un culo pixelado, ganar buena guita en ese tipo de sistemas exige: preparación, calidad en las fotografías, creatividad, marketing, conocimiento del target, horas de práctica, maquillaje, selección de prendas y muchísimos etcéteras. Lo bueno es que en este caso tu objetivo no es lucrar de esto, es solo ponerla y tal vez enamorarte. Las exigencias no serán tan poderosas, pero aún así existen.
Algo que me resulta sumamente notorio es la cantidad de varones cis que no le ponen onda a las fotos. Generalmente suben dos o tres, una es borrosa, dos tienen lentes de sol, la última están con 11 amigos más. He hablado con muchos chicos al respecto, la mayoría me contesta que hay una sensación de acartonamiento o falta de autenticidad en posar para una foto en apps, buscan lo más espontáneo que tengan y si no lo tienen, consideran un poco ridículo pararse frente a un espejo y tratar de obtener mejores resultados (o al menos más recientes).
De todos modos, aunque en menor medida, no son ellos los únicos que realizan esta práctica de la foto así nomás. Por eso les propongo que entiendan una de las primeras máximas del cortejo virtual: Tu tiempo vale, y el de la otra persona también. Somos seres humanos y en gran medida (lamentablemente) somos muy físicos, hasta incluso es real que sentimos olores de gente que nos atraen. Teniendo todas estas dificultades medio pelotudas en mente, que a veces las pienso como un nivel de dificultad en un videojuego, mostrándote en todos tus perfiles, formas y ambientes es una manera de no perder tiempo.
Por eso, no te olvides del trío sagrado: una foto de tu cara (sin anteojos de sol), una foto cuerpo entero, una foto espontánea. Que en alguna de ellas haya algo que estés haciendo que te gusta. Que todas sean nítidas. Estaría bueno que le preguntes a tus amigues también si piensan que esas fotos te representan, nadie va a demostrarte más honestidad para decirte si lo que estás mostrando es una ridiculez o una representación de quien sos.
Regla Nº2: No hagas una lista de condiciones
Esta la vimos en todos lados, son listas que se vuelven memes virales. “No feministas, no pañuelo verde, no psicólogas, no personas llamadas Florencia (?)”, a ver, me parece bárbaro que dejes en claro lo que no te gusta, esto también es ahorrar tiempo. Sin embargo, haciendo esta pavada también vas a ahuyentar a otras personas que podrían no ser nada de lo que odiás de la lista y simplemente leer tantos NO determinantes genera más una sensación de que van a asistir a un examen.
¿Se acuerdan de la pandemia? En ese entonces todo estaba rodeado de reglas: no te acerques, no salgas de tu casa, no dejes de lavarte las manos hasta que pasen tantos minutos, no estornudes en la mano… es estresante y también se parece más a la sensación de estar cumpliendo con un examen médico que estar disfrutando. Bah, pará ¿estás usando esta app para disfrutar, no?
En vez de eso, pensá en las cosas que sí. Y tratá de elegir unas pocas para poner en ese listado, hay muchas que van juntas. Es bastante habitual que una persona feminista sea pañuelo verde, por ejemplo, hay excepciones, pero el mundo moderno pide síntesis. Hacé tu lista, cambiá lo negativo por positivo y elegí TRES cosas para poner en la descripción, más que eso, te convertís automáticamente en plomo.
Por otro lado, si tanta necesidad tenés de marcar límites, OkCupid te ofrece la posibilidad de completar un largo cuestionario y que la otra persona pueda cotejar las coincidencias con el tuyo. Más elegante y menos conflictivo.
Regla Nº3: Sé simple sin perder tu autenticidad
Hay que hacer la aclaración porque cuando decimos simple mucha gente cree que alcanza con poner la frase más quemada de una canción de Soda Stereo o los Redondos. A nadie le importa. Te digo más, muchas apps hoy por hoy tienen complementos para vincular con Spotify e Instagram, si realmente te interesa mostrar tus gustos musicales, culturales o estéticos… la persona interesada va a hacer su tarea, despreocupate.
Tal vez lo mejor que puedas hacer es pensar en algunas cosas tuyas, algo que consideres tu mayor virtud, tu peor defecto y un comodín que juegue para los dos lados depende de la situación (sí, otra vez tres, este número es fácil de memorizar por el cerebro porque está presente en la naturaleza, así que es agradable siempre). Por ejemplo ¿qué te dice la gente que te quiere cuando te elogia de corazón? ¿Qué te dicen cuándo te critican? ¿Qué pensás vos?
Ya casi la tenés:
Carla (27), graciosa (lo bueno), organizada (a veces es bueno a veces es poca espontaneidad), un poco cabezadura (honestidad moderada, garpa siempre). Me gusta la gente sociable, charleta y si sos de izquierda suma puntos extra 😉 (ahí metiste trio mágico, trío positivo de factores y hasta un chistecín que te aleja del “NO NO NO AUTORIZO”.
Regla Nº4: Jamás “No sé que hago acá”
¿Qué clase de frase es esa? ¿Estás en una app y no sabés que hacés ahí? Te lo respondo yo: querés ponerla. Por supuesto que hay gente que entra para espiar, para ver como le va después de su reciente separación… incluso quienes no tienen la seguridad si van a poder dar ese paso, también saben lo que están haciendo: están experimentando y observando, sí saben lo que están haciendo ahí.
No existe frase más marchitadora de libido que el “no sé que hago acá” así que te pido por favor que vayas urgentemente a borrarla. Y, de ser posible, preguntate con honestidad qué estás haciendo ahí. Si no podés tener total sinceridad para con vos, estás completamente al horno intentando relacionarte de la forma que sea, una vez lo tenés claro, podés poner ese statement o podés darlo a conocer en una conversación.
Regla Nº5: El estándar es ponerla
¿A qué voy con esto? Que si buscás una relación seria y pretendés exclusividad, posiblemente tengas que hablarlo antes. Yo no inventé esta regla y hay miles de estudios que explican cómo se manejan las relaciones hoy, simplemente tené en cuenta que es una cuestión estadística que la persona que se encuentra con vos se esté viendo o charlando con otras personas más. Para bien o para mal, la brevedad del mundo digital también provoca que scrolleemos personas como reels de TikTok.
Sé que muchas personas sienten frustración al leer esto, creen que son almas que pertenecen a otra época, posiblemente tengan razón, o tal vez todos hemos sido alienados. Pero vengo acá a tratar de que sean un poco felices o por lo menos tengan un fin de semana de placer, así que, cuanto más temprano se amiguen con esta idea, más sencillo será navegar este extraño mundo de los corazones pixelados. Si en el camino se encuentran otra alma afín, les aseguro que lo van a saber casi instanáneamente, pero mientras tanto: cuídense.
Regla Nº6: Los reemplazos
Esta regla es especial para gente con inseguridades. Le pusiste todo a una salida que te terminan cancelando. Es al pedo que te pongas a analizar si te cancelaron por alguien que les gusta más, porque genuinamente les duele la panza o les da paja y no saben cómo decirte la verdad. Prepará reemplazos.
Tus reemplazos también tienen reemplazos. Si liberaste su sagrado espacio de sábado y te preparaste para tener un fin de semana de pasión, que no se apague ese fuego, catalizalo en otras opciones. Te sorprendería la cantidad de gente que pasa de categoría sólo por disponibilidad y después se abren paso con otras virtudes que florecen pasado el tiempo. Si no sale como esperabas, siempre podés pasar un buen momento con alguien, la otra persona también está haciendo un esfuerzo, igual que vos.
Por otra parte, abrir un poco la perspectiva contribuye positivamente a que no pongas tu idealización y expectativas en una sola persona, incluso aunque no te estés enamorando, es demasiado que alguien más esté cargando con tus traumas de aceptación, siempre hay alguien más con ganas de verte y quizá hace falta que te saques las anteojeras de caballo que tenías puestas.
Regla Nº7: No hagas lo que no te gustaría que te hagan, o sea no ghostees
¿Cómo es posible que teniendo la fantástica alternativa de decir algo por Whatsapp todavía se siga ghosteando? Si no pegaste onda decí la verdad, esto es igual que mandar un CV, sabés lo horrible que es el rechazo pero todavía peor es que no te expliquen qué carajo no les gustó: ¿Son mis años de experiencia? ¿Es que tengo un inglés medio malo? Por supuesto que hay excepciones, capaz alguien no te va porque no te gustó cómo limpia la casa o porque no te gustó como cogía… tanteá el terreno y si ves que el tema es muy delicado, hay otras formas de decir las cosas: me está pasando algo con otra persona, sinceramente no pegué onda no sé por qué, creo que no va a funcionar, mi amor es el mar, no quiero matarte pero si me obligas…
Y del otro lado, la aceptación es fundamental. ¿A qué voy con esto? No discutas, no argumentes. Si la persona está decidida con que no te quiere ver más, darle explicaciones y discutirle su decisión no la va a hacer cambiar de parecer. ¿Sabés que es lo que sí va a pasar? Se va a sentir mal y posiblemente a la próxima vez que tenga que cortar un rostro, ghostee por temor a cómo van a reaccionar. No estás en una relación de años, si se vieron dos, tres, cinco veces; no podés pretender una monografía con fuentes bibliográficas de por qué te quieren dejar de ver. Se responde “gracias por la honestidad” y mensajito al reemplazo.
Regla Nº8: Tené claras tus prioridades
Esa fantástica lista de la regla número 2, siempre está presente en tu mente. Hacé tu propio circuito para ir descartando factores en las primeras conversaciones. No tiene sentido que le pases la lista a la persona, pero ya sabés que si te calienta la gente que odia a los naz1s está bueno hablar de política o comentar alguna cosa de actualidad.
Inventá narrativas para sacar temas, si odiás lo romántico y te querés burlar de un casamiento ficticio al que “tenés que asistir” hacelo sin problemas. Si no funciona, nunca vas a tener que explicar esa mentira piadiosa, y si funciona, ya habrá tiempo para decir la verdad y posiblemente se convierta en una de las anécdotas divertidas de la relación.
Tomate tu tiempo de hablar estas cosas en terapia (y si no podés ir, con amistades). No sientas vergüenza de dejar las cosas claras de antemano, sobre todo si sabés el alto costo que te puede generar engancharte con la persona equivocada más adelante. Si no sabés separar los tantos y después terminás queriendo una vida al lado de alguien en modo “Dios, Patria y Familia” cuando vos sos más poliamor que 8 delfines juntos, fijate. También de eso se trata la madurez emocional, reconocer las propias limitaciones y tener herramientas para trabajar con ellas antes que sea tarde.
Regla Nº9: Se vos, no más, que al mundo salvarás
No trates de simular ser alguien que no sos, no guardes apariencias ni prejuzgues lo que le va a gustar a la persona que tenés enfrente. Hacé de cuenta que estás haciendo amigues y mostrá lo mismo que mostrarías en esa circunstancia.
Es verdad que hay partes nuestras que ni siquiera se dan a conocer en esas instancias, pero aún así, tratá de no pensar demasiado que vas a decir para quedar mal o bien, todo atajo para “vender mejor tu personalidad” es una forma de engaño que puede ahuyentar a las personas que realmente disfrutarían con vos y acercar gente que se puede ir doblemente enojada cuando encuentra la verdad.
Por ejemplo, yo soy una persona que insulta muchísimo, en mis primeras interacciones digitales trataba de ser un poco “más educada”, al entrar en confianza y mostrar ese lado mío, mucha gente salió espantada. Hubiese sido más fácil ser como soy y de paso atraer a alguien que disfrute de esa forma de ser.
Regla Nº10: No pienses en lo socialmente aceptado
Esta regla es bastante parecida a la anterior. Me ha pasado de hablar con gente que se carcome la cabeza porque quiere ir al cine y piensa que quizá es una propuesta demasiado romántica, o que llevar a su cita a una juntada de amigues puede ser demasiado. Misma pregunta de antes ¿Quién sos y qué es lo que realmente disfrutás? Si te gusta salir con amistades y tu cita no tiene drama de sumarse, eso es espontaneidad… si te parece que puede generar malos entendidos, para eso tenemos un maravilloso lenguaje y sabemos cómo usarlo ¡¡¡HABLEN!!!
Necesito que repitamos este mantra todo lo posible: estoy acá para disfrutar. Si vas a salir a tomar cerveza solamente porque lo sugirió la otra persona, aunque no te guste la cerveza, posiblemente sientas incomodidad y no puedas pasarla bien. Tu mejor versión es la que mostrás cuando estás de buenas. ¿No salió bien? ¿A tu cita no le gustó hacer un tour por ferias otakus con vos? Bueno, no la vas a ver nunca más. Esa es la ventaja de las apps. Podés ser vos sin temor a tener que cruzarte a alguien en un cumpleaños y que diga “uh mirá, ahí está la gila que en la primera cita me dijo de ir a tomar mates al rosedal”. Y si llega a pasar, ya sabés: no perdiste el tiempo y la pasaste bien ¿Qué más querés?
Lo único que importa es que hayas respetado a la otra persona, esa la única convención social que te pido que sigas.
Bonus Track: Las estadísticas no mienten
Siempre el uso de estas plataformas generan dudas, todavía hay muchas personas que le huyen o tienen verguenza de aceptar que están conociendo gente por esos medios. Sin embargo, no hay nada más real que los números: por ejemplo, si miramos las estadísticas publicadas por Forbes sobre uso de Dating Apps este 2024, ya encontramos información interesante. Algunos datos: más de un 70% de personas admiten que encontraron vínculos en dating apps que luego se convirtieron en relaciones románticas.
También en el 45% de los casos se conocen parejas mediante apps, el siguiente número es el 33% mediante amistades y el 32% en conciertos o festivales.
Por otro lado, algo en lo que coinciden la mayoría de las generaciones (o sea, es común a cualquier edad), que el momento más propicio para declararle su amor al otro suele ser entre cuatro a seis meses; otro motivo más para que te relajes con esto de buscar compromiso después de la segunda cita (que puede pasarte, pero bajá las expectativas con eso).
Por supuesto que estas son estadísticas en Estados Unidos, no he podido encontrar de Argentina. Lo cierto es que cada vez las apps son más utilizadas para conocer gente alrededor del mundo… se entiende, no es fácil conocer personas por otros medios y aún más complicado seguirá siendo para las nuevas generaciones que son nativas digitales.
¿Es una problemática social? Tal vez, seguramente, como todas las cosas tiene su lado bueno y su lado malo. Pero no es el objetivo de esta nota. Este finde querés pasarla bien y aunque no puedas resolver los problemas emocionales del mundo, tal vez puedas reirte un rato con alguien más.
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