Jimeronica
10-12-2024 20:56

Tal vez estuviste viviendo en un tupper o quizá simplemente te desconectaste a medias de las redes sociales, viste millones de memes de un hombre sonriente con capucha y decidiste fingir demencia. No te culpo, diciembre es complicado. En cualquier caso, vas a salir de esta nota estando al día si necesitás contexto

Si no lo necesitás, podés saltar el párrafo “Asesinato”, “Impacto social” y “Luigi Mangione” para sumergirte directamente en el objeto de este artículo: su reflexión moral. 

¿Vamos? 

Luigi Mangione Skyrim

El Asesinato 

El pasado martes 5 de diciembre de 2024 en Nueva York, Brian Thompson, CEO de UnitedHealthcare (una prepaga estadounidense), fue asesinado a plena luz del día cerca de su hotel en el Upper West Side, mientras estaba en la ciudad para asistir a una conferencia anual de inversionistas de su empresa.

El atacante disparó varias veces con un arma silenciada y mostró gran habilidad al despejar un atasco durante el incidente. Luego, huyó en una bicicleta eléctrica hacia Central Park. Durante la investigación de la escena del crimen, la policía forense encontró una peculiaridad muy interesante: las balas que mataron a Thompson estaban grabadas cada una con tres palabras: 

“Delay, Deny, Defend” (Demorar, denegar, defender)

Esta terminología quizá no nos resulte demasiado significativa en Argentina, pero para Estados Unidos, son palabras que se relacionan directamente con los sistemas poco éticos de las aseguradoras para negar tratamientos. 

Al parecer, en la jerga legal de esta industria, está popularmente difundida la práctica de retrasar los procesos de reclamo (por ejemplo, se establece una larga línea de espera hasta lograr autorizar una cirugía). La de luego denegar mediante cualquier justificación, incluso cuando podría haber margen a interpretación (por ejemplo: no se entiende la letra del médico). Finalmente defender, que sucede cuando el afiliado persiste y la contraparte adopta una postura defensiva, cayendo en procesos legales prolongados creados para desgastar

Se habla más al respecto en el libro Delay, Deny, Defend: Why Insurance Companies Don’t Pay Claims and What You Can Do About It (2010) de Jay M. Feinman, quien si bien no ha sido el creador de estos términos (tampoco sabemos quien fue a ciencia cierta) se dedica a investigar esta “filosofía” en profundidad. 

ceo killer

Durante varios días, la identidad de este individuo fue completamente desconocida y hasta resultó bastante extraño que, considerando el calibre de servicios de inteligencia que tiene este país, todavía no pudieran encontrarlo (se fue en bicicleta como Darin en Perdido por Perdido!!!) siendo la pista más relevante una filmación del sujeto en un Starbucks que visitó el mismo día, en la que se le ve la nariz y la sonrisa (ya hablaremos de esto más adelante).

En síntesis, y sin ponernos en Mauroszetistas, esto ya nos indica que el ataque fue premeditado. No hubo azar o emoción violenta y existía una rencilla personal o un fundamento en contra de dichas aseguradoras. 

Por lo pronto, este es todo el contexto. Sin embargo, como buen caso emblemático en medio de un sistema capitalista que cada día se vuelve más feudal, generó un impacto muy fuerte en la sociedad.

Impacto social

Lo que arrancó como una situación que abrió el debate hacia las prácticas desalmadas de las prepagas y su correspondiente discusión moral, derivó en una oleada de memes y comentarios en redes sociales, reflejando el descontento público de los yankees hacia el sistema de salud en Estados Unidos. 

Los memes se caracterizaron por burlarse de la muerte del CEO en relación a los problemas frecuentes de acceso a seguros médicos. Por ejemplo, memes preguntando sarcásticamente si el seguro del propio CEO lo cubría por disparos o que los planes del CEO no cubrían emergencias fuera de ciertos horarios o áreas geográficas.

Los usuarios aprovecharon la oportunidad para criticar el funcionamiento de las aseguradoras de salud, enfatizando cómo las políticas confusas y las exclusiones dejan a muchas personas desprotegidas en momentos críticos. La tragedia también inspiró comentarios más oscuros que satirizaban las normas restrictivas de las compañías de seguros, mientras que otros memes compararon la reacción pública al caso con eventos absurdos de la cultura popular.

En el medio de este caos, nos podemos encontrar con una inmensa cantidad de memes adorando a la figura del asesino simulando esos viejos posteos “de Mabel” con corazoncitos, reacciones positivas de personas alrededor del mundo, burlas a la policía y las aseguradoras, carteles apoyando al asesino en las calles y hasta un posteo de condolencias de la CNN en Facebook que terminó teniendo un enorme ratio de “Me divierte” como reacción principal. 

No es de sorprender que a esta altura, estuviéramos todes esperando el minuto a minuto para descubrir qué nueva reacción o noticia surgía entorno a esta misteriosa figura. 

 

Luigi Mangione

Este lunes 9 de diciembre, un sospechoso que coincide con la búsqueda fue arrestado en un McDonald’s de Altoona, Pensilvania, luego de que un empleado de la cadena de comida rápida lo identificara, tras la difusión de imágenes de su rostro por parte de las autoridades locales, que lo sindicaban como el presunto autor del crimen. Tras reconocerlo, el trabajador (un botón) dio aviso al 911, y dos agentes concurrieron hasta el lugar.

Lo más interesante, aunque también curioso y sospechoso, es que el muchacho encuestión: Luigi Mangione, fue encontrado con 4 identificaciones falsas, el arma homicida y – ATENCIÓN – dos páginas de un manifiesto en contra de las aseguradoras (!). Me disculpo por dudar, pero todo esto parece cuanto menos sospechoso. 

Quizá estoy pecando de paranoica, sin embargo me gustaría dejar asentado que algunas cosas acerca de esta situación parecen inverosímiles y, por otro lado, el hecho de que hoy por hoy la mayoría de las personas tengan perfiles públicos en redes sociales y que las mismas sean fácilmente editables por sus dueños, hace que parezca bastante sencillo recrear un personaje que encaje perfecto con esta situación, comiendo muy plácidamente en un McDonald´s. 

Nadie sospecharía de un muchacho con gorrito comiendo McNuggets

Volviendo a sumergirnos en esta teoría en la que Luigi ha sido el verdadero asesino ¿Qué se sabe de él?

Este chico de 26 años si hay algo que tenía era gran cantidad de redes sociales, fue extremadamente fácil saber todo de él, incluso los títulos de los libros que leyó en el pasado año, calificación incluida. 

De todas las pistas, la principal apunta a una operación de columna hace aproximadamente seis meses, subió una radiografía de su columna operada también a Twitter. Toda esta información retrocede a los primeros entrevistados, dentro de los cuales está R.J. Martin, fundador de un espacio de co-living para trabajadores remotos en el que residió Luigi. Según Martin, el problema de columna le daba terribles dolores y operarlo significaría no poder intimar con nadie tras perder la sensibilidad. 

columna luigi mangione

Pasados los meses, Mangione empezó a perder contacto y dejar de responderle los mensajes a algunas amistades. Sabremos más al respecto cuando algunos testigos empiecen a declarar o en caso de que accedan a ser entrevistados. 

A esto se le suma una gran cantidad de lecturas de lo más diversas: repertorio de libros sobre productividad y gestión de empresas, superación personal, salud de columna y aquel libraco sobre aseguradoras de Jay M. Feinman que mencionamos unos párrafos atrás. Se van a cruzar una buena cantidad de medios malinformando que Luigi hizo una reseña sobre el manifiesto escrito por el unabomber, fake news, solo le dio like a una reseña al respecto (para saber más del tema del unabomber, les recomendamos pasar por esta nota para contexto). 

¿Qué más? Aparentemente Luigi Mangione era un excelente alumno y un amigo muy querido, además de venir de una familia bastante acomodada, sus abuelos compraron un club de campo y golf en la comunidad de Maryland. 

Aparentemente solo le dio like a esta reseña, pero ya saben, los medios corroboran todo muy bien (?)

Hay mucha más información que irá surgiendo en estos días y por lo pronto me parece innecesario indagar sobre ella, especialmente cuando todavía no conocemos el contenido completo de su manifiesto y hay una inmensa cantidad de fake news dando vueltas, tengan cuidado con lo que consumen, ya leimos notas alegando que hacía grandes aportes a la comunidad a través de su GitHub (el cual está casi desierto) o que jugaba videojuegos violentos por tener un grupo de amigos con el que disfrutaban de Among Us (sí, una ridiculez, pero imaginen cuánta gente que no tiene contacto con videojuegos ha leído esto ya). 

La moral del asunto

Este asunto es mi Wandagate, hermanos. Desde la aparición del CEO killer estoy consumiendo memes y noticias como si fueran falopa. Ayer me encontraba justamente charlando el tema con una amiga muy querida que no sabía nada al respecto y choqué estrepitosamente con un dilema que no me había detenido a pensar. ¿Está bien? ¿Está mal? 

Le comentaba que la reacción de muchísima gente al enterarse del asesinato de un CEO de una prepaga fue alegrarse y a ella le pareció un horror. En mi postura individual, no considero que sea un horror pero es cierto que no me parece una acción práctica; tal vez me equivoco, pero se me ocurre que matar a un tipo sólo provoca que alguien más ocupe su lugar y el problema de las prepagas siga perpetrándose, esta vez con directivos duplicando las medidas de seguridad. 

Nuestro debate se desarrolló en torno a alegrarse por esta situación. Le planteé que me parecía sumamente entendible querer asesinar a alguien que te haya arruinado la vida y eso me llevó a pensar la cantidad de crímenes exentos de culpabilidad que existen hoy gracias a las cadenas de burocracia y lo alejados que están los millonarios de ver las consecuencias de sus acciones (si es que les interesan) o en todo caso el escarnio público de las mismas. 

Para nosotros como argentinos ya es difícil pagar una prepaga, imaginen vivir en un país donde enfermarse puede provocar que te endeudes a tal punto que pierdas tu casa, que la falta de pago haga que te saquen de una cama y te dejen en la calle, o tener que enterrar a tus familiares porque se les negó una atención de la cual dependía su vida. 

Brian Thompson y los cientos de miles de CEOs alrededor del mundo tienen más sangre en sus manos de la que tiene ahora Luigi Mangione; sin embargo, sólo él es considerado un verdadero asesino en esta ecuación. Ya lo dijo Stalin una vez: “Una persona muerta por hambre es una tragedia, millones de ellos son una estadística”.

Podríamos pensar que existen otras salidas para resolver estos problemas pero esas serían ¿cuáles? ¿Ha dejado de morir gente por manifestaciones en las calles, denuncias, juicios, escraches? Trabajé en una obra social más de 7 años y este tema me toca de cerca, he tenido que devolverle autorizaciones de tomografías rechazadas a pacientes crónicos, gente que aportó a la obra social por años, porque “la letra del médico es ilegible”, medicamentos a pacientes oncológicos, tratamientos a recién nacidos. 

¿Realmente creemos que con las estrategias de siempre algo ha cambiado?

No estoy diciendo que salgamos a asesinar CEOs, como dije antes, no creo que solucione nada. Sin embargo, esta situación nos hizo descubrir una cosa: las personas insatisfechas y hartas son más de las que creíamos. Tal vez es una señal de que si todos nos ponemos de acuerdo, habrán otras formas de hacer que la ola empiece a cambiar. 

Por el momento nos invito a seguir debatiendo esto mientras observamos una vez más a los yankees ahogarse entre los monstruos que ellos mismos convocan. Luigi o quien sea, tendrá que hablar públicamente; condenado será un mártir, perdonado será un error del estado… pero en ningún caso existe una escapatoria. Son esos pequeños momentos pochocleros que nos regalan los sistemas mercantilistas que no contemplan la humanidad como factor detonante. 


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Jimeronica
Guionista, Editora, Project Manager, Astróloga, Barmaid... Entre otras, no necesariamente en ese orden de prioridad. Una idealista que no sabe comulgar con algunas caretas modernas, posiblemente por eso estoy escribiendo acá.