Baldur´s Gate 3 paja y videojuegos ¿cierto?

Cabe aclarar que a cada persona le gusta lo que le gusta, así que esta es una lista 100% subjetiva, basada en mi estilo (aunque quién sabe, algún día puede cambiar) y estoy dispuesta a irme a las piñas argumentativamente con quien le pinte. 

“Romance con vampiro – Romance con un -oso- druida”

Aclaraciones:

Vamos de lo peor a lo mejor, lo bueno para el final, lógicamente hay un poco de spoiler, pero la mayoría tamizado con humor y me he dado la libertad de divagar.

Empecemos…

Gale

Sorry, not sorry. 

En principio, está obsesionado y posiblemente todavía enganchado con su ex, que para colmo, es NADA MENOS que una diosa; por supuesto que si elige amarte vamos a confiar, pero me juego la vida que cada vez que la cruce le van a temblar las piernitas, no querés eso en tu vida. 

“Mirá, te fabriqué este paisaje para chamuyarte, porque la realidad es demasiado simple para mí”

Segundo, aunque seas el mejor mago del mundo, un poco de humildad no le hace mal a nadie. Está bien, te las sabés todas, leíste todos los libros del mundo, no hay nada que no puedas descifrar… qué se yo, para mí sos un pesado.

Tercero, la grandilocuencia: todo tiene que estar tocado por la magia, este tipo cuando llegues a tus 60 (si sos humano) te tira inocentemente “Seguro no querés que te toque algunos hilitos de urdimbre en las patas de gallo? Si no querés todo bien, ehhh”.

Si estás pasando por una etapa donde querés que te deslumbre un maestro que parece tenerla atada, adelante máquina, nada te detiene. 

Emperador

Yo no quiero ser racista, pero es un fucking AZOTAMENTES. 

Si vos tenés ganas de frotarte contra una piel de moco, allá vos. No es lo mío. 

Diugh!

¿Para experimentar, quizá? Prefiero que me cuenten.

Aún así me sigue pareciendo mejor opción que Gale, real.

Minthara

Puede no ser una opción tan mala de romance… si sos capaz de salir con ex genocidas.

Minthara no solo es una drow, es Baenre, la primer familia de su raza; difícil nacer así y poder escaparle a los condicionamientos heredados y sociales en un mundo donde ser mala gente es el común. 

Por otro lado, parece dura pero es bastante influenciable, cosa que puede cambiar con un poquito de ayuda; es flexible y capaz de escucharte, en una de esas recapacita que lo que estaba haciendo no estaba tan bueno… y si vos te bancás tamaño prontuario, claro.

De todas formas, es la clase de persona que dejás sola un par de semanas y aparece prendiendo fuego una aldea, votando pelotudos y para todo excusándose que no tenía idea o que le daba miedo hacer otra cosa.

No tengo nada en contra de salir con ex criminales, una segunda oportunidad se merece cualquiera; el problema es que Minthara no tiene la personalidad para sostenerla. 

Wyll

Wyll es ese tipo que en la adolescencia te deslumbra con pelotudeces: te invita a bailar nervioso, te recita un poema, te trae flores… pero a medida que van pasando los años te empieza a pegar el embole. 

De golpe se te ocurre armar un trío para probar algo nuevo y antes de siquiera charlarlo con vos se indigna. 

¡Hablá normal, carajo!

Estaría escribiendo sonetos depresivos un año si osaras rechazarle una propuesta de matrimonio, incluso aunque le hayas dicho “yo quiero estar con vos para toda la vida, pero no creo en el casamiento”. 

Wyll necesita vivir en un cuento de hadas y esa clase de chabones están a una falange de distancia de convertirse en el enfermo que te revisa el celular, te hace una escenita de celos porque invitaste a une amigue a tu casa cuando él no estaba y una gran cantidad de etcéteras. 

Parece bastante fiel, así que difícilmente te meta los cuernos… o sí, pero en realidad serían los otros cuernos. También tiene plata porque es hijo de un duque, así que mal no la vas a pasar en cuanto a necesidades. 

Ojo, capaz te gustan los brillitos y el idealismo, entonces ahí sí, este es el camino porque Wyll es el último romántico. 

Minsc (no es romanceable, pero lo incluí de todas formas)

Quién no ha probado alguna vez las bondades de salir con un Chad bro, no sabe que se está perdiendo una porción de experiencia.

Minsc  mantiene las cosas simples ¿No te pasó nunca en la vida que quisiste pasarla bien y dejar de amargarte? 

Bueno, a mí me pasa desde el 10 de diciembre de 2024, para esos momentos trágicos es en donde está bueno encontrarse un Minsc. 

El tipo las vivió todas, así que tiene historias para cada noche, antes de acurrucarte alrededor de sus lustrosos músculos (¿Eso lo dije o lo pensé?) además, si te gustan los animalitos tiernos, viene acompañado de Boo, un hamster increíble que parece decirle todo lo que tiene que hacer. 

Por supuesto que no se lo presentaría a mi familia ni a mis amigues, no lo llevaría a jugar juegos de mesa ni nada que exija usar la cabeza. Es que para ser material de relación a largo plazo, mínimo tenés que poder hablar de vos en primera persona.

Mizora

Con Mizora pasa algo parecido que con Minsc, hay gente que está bueno dejar entrar en tu vida en ciertos momentos. 

Mizora es el caos que viene a invadir tu vida con lujuria, drama y tortura. 

Es esa clase de tipa que en cuanto cedés un poco de terreno para ella, ya sabés que te va a hacer mierda… pero que linda que es y qué buenos están esos momentos donde te regala un pedacito de placer. 

Que se yo, no vas a casarte con ella y difícilmente pases más de tres días sin terminar siendo víctima de una escenita de restaurante, gritos, platos rotos, gente filmando y ella, diosa perfecta saliendo raudamente con su vestido ajustado, un escote hasta el ombligo y de alguna forma un carisma tan arrollador que, aunque es obvio que es una hija de puta, todos te van a mirar pensándote culpable a vos. 

Pero ey… estuviste con Mizora y si te la volvés a cruzar, una parte tuya muy en el fondo va a pensar “Uf… qué ganas de que me pise la cara“.

Shadowheart

Shadowheart es la piba golpeada por la vida que se convirtió en emo. Pobre, ella realmente quiere hacerse la mala pero sabés que se muere por alguien en armadura brillante para rescatarla de su tristeza. 

Te entiende, sabe consolar y da muy buenos abrazos; nunca se tomaría en joda tus sentimientos aunque te ofendas por giladas, si ese día te levantaste del culo y hacía falta llorar, como dirían Shadowheart y Moria: “Si querés llorar, llorá.” 

El problema es que tiene pinta de tirarte cualquier white people problem por la cabeza, pasa mucho con la gente hegemónica: cuando entran en su etapa triste, piensan que son más víctimas que cualquiera y no se te ocurra decirles lo contrario porque termina todo como el culo. 

De golpe estás en la calle, pasa un pibe pidiendo comida descalzo y Shadowheart se larga a llorar “vos nunca me entendés, yo estoy segura que esa señora me miró mal en el bondi”… pará un poco amiga, hay que ubicarse. 

Jaheira (no es opción de romance, no importa)

La MILF definitiva. Su nombre aparece en las canciones, heroína de leyendas, la mitad del mundo la odia, la otra mitad la admira, jefa de su propio gremio y mujer independiente.

La Jahe te ayuda a salir de la posición fetal y hacer algo con tu vida, hace 10 años estás en la misma posición administrativa y no porque no llegás a fin de mes, sino porque te da mucha paja arrancar ese emprendimiento de tazas con frases de cornuda que ya sabés que la va a pegar; Jaheira te sacude y después de un par de cachetazos activaste. En menos de un mes ya sos tu propio jefe y te estás tomando unas caipis con ella en la playa. 

Jaheira es mordaz, llega cierta edad donde te importa tres pitos lo que digan los demás, si encima las viviste todas, no vas con pelos en la lengua para hablarle a cualquier pichi.

La tipa sabe lo que quiere y la tiene clarísima, jamás vas a necesitar explicarle nada. Eso sí, las mujeres empoderadas nunca tienen tiempo de nada, así que el pack incluye abandono de familia y plantones: hay que salvar al mundo y los Harpers no se manejan solos, no jodas. 

Astarion

Astarion es un buen personaje, pero tuvo preferencias narrativas. No lo digo yo, mirate cualquier video que resuma todas las interacciones románticas de Baldur´s Gate 3, Astarion tiene más líneas de diálogo, más momentos intensos, más construcción… así cualquiera.

Es el típico chabón que se hace el interesante como mecanismo de defensa para ocultar su trauma de abuso y tiene cierto atractivo, a los seres humanos nos encanta la narrativa de “you can fix them”. 

Te cuenta cada una de sus hazañas sexuales, pero no se anima tanto a hablarte de lo mal que la pasó, es un misterio todos los días que no va a dejar de sorprenderte. Ayer estaba sólo para una noche de placer y mañana aparece con un delantal después de cocinarte alto guiso, emocionante. 

Ojo,  tan lastimado e inteligente te vas a tener que fumar su lado toxi cuando no sepa cómo decirte que lo hiciste enojar: oleadas de caras de ojete, ghosteo telefónico, garches de venganza y lengua bífida sarcástica donde no te queda otra que ceder; después de eso, el sexo de reconciliación va a estar buenísimo. 

Si te gusta el durazno…

Lae’ Zel

Lo bueno de Lae’ Zel es que es el tipo de persona que no te bancás y termina convirtiéndose en tu propia historia de enemies to lovers. 

Te critica todo el tiempo, no deja de mandonearte para que “te endurezcas frente a la vida”, pero es super auténtica y no va a dejar que el orgullo le gane a la hora de tirarte los perros, si hay calentura, se resuelve en un ratito.

Una vez entra en confianza, es la clase de relación igualitaria que necesitabas, no se rebaja a andar con inferiores, vos sos su igual. El respeto de una mina así es un elogio.

Es compañera y te hace la segunda, mientras te banques el picante de que te boludee un poco, pero ya sabés, lo hace con amor.

Ojo, porque si te gusta el papel dominante, capaz haya que negociar un rato. Nada que no se pueda resolver con una frase como “Ok, hoy sos vos la que me dá los bifes, pero vas a tener que lavar los platos”. Va a aceptar gustosa, no le hace asco a mancharse las manos.

Halsin

Maduro, sabio, sonrisa divina… es el papu definitivo, no sé qué más le podés pedir. 

Te adora como deidad (al que diga que no le gusta, no le creo), es gauchito y no anda con vueltas si tiene que bajar a “hacer el favor” en el ñiqui ñiqui.  Más como vos, amigo, eso necesita la gente. 

Lo que sea que estés diciendo… ya dejé de prestar atención.

Halsin te escucha con paciencia y te banca en todas, incluso cuando te encaprichaste porque hace media hora estás buscando ese gusto de helado en las vacaciones, el privilegio de pasar un buen momento con vos. 

Si te gustan los furros es un plus, si no, puede ser una contra. Pero lo bueno es que te comparte con los demás. 

Si no te gustan las salidas al aire libre, el olor a perro mojado y los campings, tal vez este no sea el tipo de relación que estás buscando; es tu aniversario, venías soñando con la cena romántica perfecta y no sabés cómo terminaste durmiendo al aire libre, alimentando gratis a todos los mosquitos de la región cual Madre Teresa de la sangre y cuando le preguntás dónde está la carpa te mira complaciente “Pero así no podríamos ver las estrellas”.   

Karlach

Ella es la gótica culona que nos gusta a todes. Divertida, simpática, ocurrente, siempre dispuesta a vivir alguna aventura… quiere beberse la vida como nadie que hayas conocido. 

Es capaz de irse a las piñas por vos, pero tiene su lado tierno y la mejor parte es que te lo dice de una, nada de gastar tiempo en vueltitas, cualquier día te podrías morir, mañana por ejemplo. 

En mi opinión, la relación amorosa perfecta también encierra una amistad, Karlach encaja perfecto en esa descripción: charlas de corazón a altas horas de la noche, chistes, planes originales, descubrir hobbies, poder decir lo primero que se te pasa por la cabeza sin temor a que te juzguen… con una mirada bastante inocente de las cosas, no te va a festejar nada malo, aunque sólo haya sido ponerle cara de monstruo a un pibe en la fila del supermercado para que se largue a llorar… ¿Para Karlach? Inaceptable. 

La única contra es que si un día volviste mal del laburo o andás un poco depre, es posible que se borre un rato. “Me voy a correr a la plaza” te dice, y vos ya sabés que no te está ocultando nada, pero lo hace porque no se banca mucho escucharte llorar si ella en algún punto es responsable o está involucrada, no sabe cómo manejarse.

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