Jimeronica
15-05-2024 12:01

Digamos todo: es difícil que nos gusten los papeles protagónicos. Es una carga tan jodida de sostener que, en general, nos terminan interesando más los personajes secundarios por sus colores y particularidades; no es algo que pase solo en anime. Sin embargo, existen algunos que ya se van de tema en malos. 

Teniendo esto en cuenta, una pregunta boluda pero fundamental para esta increíble nota que les robará valiosos minutos de sus vidas: ¿qué es un mal protagonista? Para mí, no es uno que sea negativo (Light Yagami) o que nos decepcione con sus decisiones (Eren Yaegger)… simplemente es chato, su personalidad es ínfima o no está a la altura del planteo de la trama. A veces puede pasar que la historia es de decente para arriba, pero el personaje principal lo arruina, también es muy común que se los muestre perfectos, lo cual puede ser un grave error y generar aburrimiento. 

Desde ya que este es un ranking subjetivo. Claro que estoy abierta a que debatamos a dos manos. Y también sepan que el ranking incluye series icónicas y personajes hasta más o menos finales de los 2010 (con algunas excepciones de clásicos actuales)… soy una señora millennial, no tengo tiempo de ver tanto anime como ustedes.

Seiya – Saint Seiya 

Seiya

Gachi, Seiya, Pachi… todos de sagitario.

Acá se me van a venir varios a la yugular. Seiya en sí mismo no parece ser un mal protagonista: es valiente, optimista y nunca se rinde. Sin embargo, jamás se profundiza, el único defecto superficial que puede llegar a tener es su ingenuidad. Cuando las papas queman, termina subsistiendo más gracias a la fuerza de sus compañeros que la propia; los cuales, dicho sea de paso, han tenido que atravesar infinidad de traumas y crecimiento para llegar a donde están.

Hyoga tratando de superar el trauma de la muerte de su madre, Shun descubriendo que el verdadero poder no necesariamente reside en la destrucción del otro, Shiryu entendiendo verdades a través de la pérdida de sus sentidos y por supuesto Ikki, el más complicado de todos que debe lidiar con el resentimiento de haber puesto el cuerpo por su hermano y perder a un ser amado en el proceso.

Lo más triste de la ecuación es que Kurumada está tan obsesionado, que lo único que hace en todas sus obras es seguir replicando al mismo tipo con otro nombre, nunca soltar. Igual este es un buen momento para admitir que Saint Seiya no es una buena obra, es una excelente idea con un gran diseño, sí, pero que carece de una sólida estructura narrativa y por eso volver a verla es tan pero TAN aburrido… igual que su protagonista. 

Ichigo Kurosaki – Bleach 

Ichigo

Interesante por fuera, normalucho por dentro.

No es la razón principal, pero es una de las más fuertes que me han hecho abandonar la serie (igual aguanté bastante, hasta finales de la temporada 14) y, cotejando con otras personas, les ha pasado lo mismo. Sucede que Ichigo es un personaje principalmente reactivo, esto en sí mismo no lo descalifica como protagonista, porque también es cierto que no todos los personajes centrales de una historia tienen por qué buscar cumplir un propósito, en nuestras propias vidas solemos reaccionar más a lo que nos pasa que estar constantemente decidiendo. 

El problema es la longitud de la historia. Cuando tenemos una narrativa de tamaña magnitud, reaccionar a los eventos y tener como único fin “proteger a mis amigos” no será nunca suficiente. Para que el guión tenga un sentido, será fundamental que haya cierto crecimiento y crisis en los personajes, que cambien, se descubran, avancen hacia una meta determinada. Esto no pasa con Ichigo, simplemente siguen surgiendo los enemigos y los problemas y él actúa en consecuencia

Si los problemas no existieran, técnicamente no sabríamos con qué sueña Ichigo, qué objetivo tiene, donde se vé en unos años, qué miedos ha superado, qué cosas profundamente internas han cambiando para él. 

Goku – Dragon Ball Z 

Goku

Gokú nunca tendrá su escena mirando pensativo bajo la lluvia

Sí, y eso que lo amamos. Que un personaje esté en esta lista no significa que sea odiable. Gokú es entrañable y aun así es un personaje bastante mal construido (en su adultez, al menos). Lo cual es una pena porque cuando miramos Dragon Ball, la tridimensión de Gokú es diferente, se adapta, reconoce sus necesidades, crece, cambia, renueva sus intereses. 

Gokú adulto repite el mismo esquema una, y otra, y otra vez. Quizá por eso genera tanto confort, somos humanos y no hay nada más lindo que volver a lo que consideremos hogar, la comodidad y la rutina. Tal vez un personaje que sólo piensa en entrenar, pelea por salvar al mundo y termina haciéndose amigo de los malos, es tan cálido como una taza de café con leche en el recuerdo más tierno de tu infancia. 

Quizá también hace falta que haya un poco de monotonía si vas a estar subiendo tu nivel de poder constantemente, pero no genera un efecto deseado como personaje tridimensional… una verdadera lástima, porque esa esencia llena de potencial estaba muy bien explorada en el inicio de su vida.  

Ash – Pokemon

Pokemon Ash

Muy rico todo

Ash sufre del mismo conflicto que vive Gokú, en pos de la búsqueda constante de crecimiento y poder, en la conquista de logros, el conflicto interno parece no surgir nunca. Es justamente cuando se nos expone a nuestro crecimiento mediante los desafíos que algo tendrá que pasarnos internamente… ¡nos obligan a cambiar y simplemente vamos con el fluir de las cosas! 

Ash no sufre de ningún conflicto personal, ni siquiera de los más básicos del mundo, como tener que templar su orgullo, bajar los humos, aprender a confiar en sí mismo o superar ningún miedo. Para ser el mejor, mejor que nadie más, habrá que lidiar con una tremenda carga de frustración y nada parece amedrentar su espíritu, lo cual es envidiable, también es inverosímil

Jonathan Joestar – JoJo´s Bizarre Adventure

Jojo

Ahora sí va a ser una sorpresa el horno.

Aburridísimo. Si hacemos mucha fuerza quizá podemos rescatar que aprende a no ser excesivamente ingenuo, ya que ha confiado en la mismísima encarnación de la hijaputez, nada menos que Dio Brando. 

El clásico personaje que aspira a ser un verdadero caballero, se rodea de amigos gracias a su positividad y su TERRIBLEMENTE ARRIESGADO GUION, le pinta un defecto para nada quemado y totalmente normal en cualquier persona: se enoja mucho y desata una terrible fuerza cuando le pasa algo malo a sus seres queridos

Por suerte la primera temporada de Jojo´s es corta, lo suficiente para dar contexto sobre el origen de los Joestar y su eterna enemistad con Dio, de no ser así, sería mucho más difícil mirarla. 

Sakura Kinomoto – Card Captor Sakura

Card Captor Sakura

Otro caso de mejor secundario que principal

No es demasiado difícil encontrar personajes bastante chatos cuando son mujeres, sobre todo viniendo de Japón, pero ya hablamos de esto en otro artículo. Lo que sí resulta ridículo es que el estudio Clamp viniera de escribir mujeres interesantes o diversas, como las tres chicas de Magic Knight Rayearth, quienes además se diferenciaban bastante en su manera de ser; las mujeres poderosas de RG Veda o las variadas personalidades (con objetivos bastante particulares) que se dan en Tokyo Babylon. Todas obras anteriores a Sakura. 

El problema con la “cazadora de cartas” es que incluso a pesar de su curiosidad e ingenuidad, no parece tener ningún rasgo que la identifique con una niña. Es en esa edad donde nos mostramos todavía más auténticos y lo más parecido que tiene a alguien de su edad es asustarse con fantasmas. Incluso su mejor amiga Tomoyo pareciera tener pinceladas en su perfil mucho más marcadas: tiene deseos claros, necesidades, objetivos, gustos marcados. 


Estos son sólo algunos de los personajes que estuve desarrollando estos días pero estoy segura de que les pueden ocurrir más. Algunos han quedado afuera, mitad porque no me acuerdo bien de sus historias y otros bajo amenaza de muerte de mis seres queridos (no es cierto, pero si querés es cierto). 

¿Ustedes a quiénes hubieran agregado y por qué?

La semana que viene, otro artículo con una selección de mejores personajes… ¿Correrá sangre nuevamente?


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Jimeronica
Guionista, Editora, Project Manager, Astróloga, Barmaid... Entre otras, no necesariamente en ese orden de prioridad. Una idealista que no sabe comulgar con algunas caretas modernas, posiblemente por eso estoy escribiendo acá.