Como muchos (o pocos) sabrán, el 4 de septiembre se celebró el día nacional de la historieta Argentina. En este día se conmemora la aparición del primer número de la revista Hora Cero donde, entre otros, se publicó por primera vez El Eternauta, obra fundamental dentro del mundo de la viñeta.
Hace poco, en una charla por Whatsapp con mi amigo Broni (alguna vez villano de esta revista, devenido planta permanente), dibujante él, me expresaba una mezcla de asombro y descontento para con la industria de videojuegos argentina que no ha podido/querido/sabido llevar a alguno de los tantos personajes de nuestra historieta al mundo videojuegueril. Mundo Gaturro cuenta como plagio adaptado, no historieta.
Con esta premisa en mente divagamos (y disentimos) un ratito en cómo varios personajes entrañables del cómic nacional podrían dar el salto al plano del entretenimiento electrónico. Quédense y seguro se llevan alguna historia para leer y, en algún futuro no muy lejano, jugar. ¿Por qué no?
Almer (de Manuel Loza) (RPG/Acción)
Este es medio una debilidad mía porque es mi cómic nacional favorito. En Almer, Manu Loza nos relata las aventuras del caballero homónimo, parte de la corte del rey Arturo. Sus historias son una más bella que la otra con un fuerte eje en la amistad, el colectivismo y que, al final de cuentas, nadie se salva solo. Acá pueden leer gratuitamente sus viñetas más recientes.
Pasar esta premisa al mundo virtual, al menos en el juego que proponemos en este artículo, es realmente “un toque”. Un juego de rol parecido a Child of Light en lo estético, con un sistema de moral donde se ponga a prueba constantemente que lo legal no tiene porque siempre ser legítimo, y que el colectivo siempre se erigirá victorioso por sobre el beneficio propio.
Mort Cinder (de Oesterheld/Breccia) (Acción/Aventuras)
Uno de los clásicos. Mort Cinder es el hombre que muere y revive constantemente. Su encuentro con el anticuario Ezra Winston desata un sinfín de aventuras de este hombre inmortal a través de la historia de la humanidad. Para cada objeto dentro de la colección de Ezra, Mort tiene una historia y, a veces, hasta un viaje temporal. Acá pueden leerlo gratis.
El concepto de un no muerto a través de las épocas te abre muchas puertas creativas, tanto desde el gameplay como de la dirección creativa. Un juego de aventuras visitando diferentes puntos de la línea temporal, con un combate lleno de referencias a objetos de civilizaciones olvidadas podría ser una elección acertada, pero creo que el material de referencia da para prácticamente cualquier tipo de producto.
Dora (de Ignacio Minaverry) (Puzle)
Dora es una caza nazis. No, no es una espía que va por la vida con una ballesta disparándole a generales de la SS que colaboran para el surgimiento del cuarto reich. De hecho, es todo lo contrario. En sus comienzos ella es una archivista viviendo en Berlín que busca datos sobre el campo de concentración al que fue destinado su padre. El archivo cierra, ella se muda a París y, con su archivo paralelo, empieza a recorrer el camino del espionaje y la “caza de nazis”. Para leerlo, Hotel de las Ideas tiene unos recopilatorios muy bonitos a la venta (no es una publinota, pero…).
Para Dora me imagino una variedad de mecánicas de investigación para seguir el rastro de nazis exiliados. Le robaría indiscriminadamente a todos los juegos de Sam Barlow (Telling Lies, Her Story, Immortality), los haría chocar con los de Lucas Pope (Papers Please, Return of the Obra Dinn) y, con ingenio criollo de por medio, creo que tendríamos un juego muy entretenido de resolver puzzles, protagonizado por quizás una de las figuras más relevantes del cómic nacional moderno.
Inodoro Pereyra (de Roberto Fontanarrosa) (Aventura gráfica)
Creo que no hace falta explicar quién es o de qué va Inodoro Pereyra, pero siempre hay unx desprevenidx. Don Inodoro es un gaucho de la pampa argentina que vive junto a su perro Mendieta. Ambos protagonizan historias breves, con paneles cargados de humor absurdo que recuerdan mucho a las películas de David Zucker y Jim Abrahams o a los juegos de Ron Gilbert y Tim Schafer.
Así que nada, si, haría un Monkey Island de Inodoro Pereyra y no hay mucho más. Como diría Inodoro “Vago no, quizá algo tímido para el esjuerzo”.
Jeny y el post-mundo (de Horacio Langlois) (side scroller shooter)
Jeny vive en el postmundo, una especie de Argentina apocalíptica futura que subsiste en medio de un ataque colonizador alienígena. Pero ella no recuerda nada de su pasado y mientras va haciéndose camino a los tiros, en su moto y tomando su bebida favorita: néctar caoba con hielo; trata de reconstruir su memoria, más a los golpes que con pensamiento crítico. Lo bueno es que funciona. El eje de esta obra es la enorme cantidad de referencias a nuestra cultura combinada con fantásticos chistes que, si vivís en este país, vas a entender mejor que nadie. Lo pueden leer gratuitamente acá. También hay un recopilatario de Hotel de las Ideas (…¡qué no es una publinota dije!).
La historieta de Hor Lang bien podría ser el side scroller tipo Contra perfecto. Granadas, pistolas, motocicletas, chatarra, bichos, mutantes, alienígenas y viajes por el espacio. La historia de Jeny lo tiene todo para vivir la acción sin dejar de aprovechar los buenos fondos que permitan ver esos detalles, chistes y pequeños personajes al mejor estilo “buscando a Wally” que son la frutilla de esta narración. Una idea: el personaje claramente se cura con botellitas de néctar, no me agradezcan por la idea.
Hasta acá 5 ideas que te pueden parecer una porquería, pero por algún lado había que arrancar esta charla. Sí, los re “baiteé” con la imagen de portada, pero los derechos de El Eternauta son un tema complejo, pregúntenle a lxs chicxs de AcciónDev sino. Y vos, ¿qué cómic nacional adaptarías a los fichines?
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